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lunes, 11 de agosto de 2014

James Brady murió 33 años después de haber sido baleado: podrían reabrir el caso por “asesinato”

James Brady, quien fue una de las personas de mayor confianza del expresidente de Estados Unidos Ronald Reagan, murió el pasado 04 de agosto.
La historia de Brady es bastante particular. A pesar de haberse convertido en una persona conocida por desempeñarse como secretario de prensa durante la presidencia de Ronald Reagan, su vida cambió radicalmente el 30 de marzo de 1981. Esa fecha un hombre llamado John Hinckley disparó contra Reagan y contra todas las personas que estaban a su alrededor. El objetivo del atentado era uno: sorprender a la actriz Jodie Foster
Lastimosamente, Brady fue el que recibió más disparos en el atentado. Uno de los tiros fue directo a su frente y dañó gran parte de su cerebro. Estuvo durante largo tiempo al borde de la muerte, pero sobrevivió. Sin embargo, desde ese entonces vivió atado a una silla de ruedas y con constantes contratiempos de salud.
Brady vivió 33 años de infelicidad y lo que más llegó a conmover a la opinión pública es que en 1982 la justicia norteamericana exculpó a John Hinckley (el atacante de Brady) ya que determinaron que no podía ser juzgado por estar demente. Hinckley, de 59 años, actualmente permanece internado en un centro de salud de Washington.
Brady falleció hace pocos días a los 73 años, pero siguen indagando acerca de lo que fue su vida. Luego de realizarle un examen forense, los médicos determinaron que su muerte se provocó como consecuencia del disparo que recibió hace 33 años.
La Fiscalía norteamericana evalúa el dictamen de los forenses y analiza si corresponde reabrir el caso por “asesinato”.
Por su parte, el abogado del delincuente, Barry Levine, considera poco posible que el juicio incorpore un nuevo capítulo: “(Hinckley) ha vivido desde entonces lleno de culpa, y tiene el mayor de los respetos por los Brady y el mayor de los arrepentimientos por lo que sucedió. Un público sensible sabría que en el momento en que cometió ese acto estaba asolado por una enfermedad mental“, dijo.
Aunque existe una premisa de que una persona no puede ser juzgada dos veces por el mismo delito, dos recientes casos podrían servir de antecedente para que la Fiscalía pueda reabrir la causa. Uno por un delito cometido en 1966 cuya causa fue reanimada en 2007 y otra de un caso de 23 años atrás que fue llevado al estrado en 2012.
Con información de Infobae