El encargado de Negocios de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Estados Unidos, Maximilien Sánchez Arveláiz, rechazó el editorial publicado por el diario “The Washington Post” titulado “Perseguidos en Venezuela”, puesto que “distorsiona la realidad al acusar” a las autoridades venezolanas “de perseguir a los presos políticos y encarcelar a Leopoldo López”.
Asimismo, aclaró que “la mayoría de los venezolanos resuelven las diferencias políticas a través de las elecciones” y acotó que “el alarmismo del Washington Post alrededor de la candidatura de Venezuela recuerdan a la mentalidad de la guerra fría”.
A continuación la respuesta de Maximilien Sánchez Arveláiz al “The Washington Post”:
El editorial publicado el 21 de septiembre “Perseguidos en Venezuela”, oponiéndose a la candidatura de Venezuela para ocupar un curul no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, distorsiona la realidad al acusar a las autoridades de perseguir a los presos políticos y encarcelar a Leopoldo López por su papel en la instigación de protestas “pacíficas” de este año.Las protestas para exigir la remoción inconstitucional del Gobierno dejaron un saldo de más de 40 muertos, entre ellos las personas que murieron tratando de retirar barricadas de los manifestantes.La “presión irresistible para el cambio” esperada por el editorial nunca llegó debido a que la mayoría de los venezolanos resuelven las diferencias políticas a través de las elecciones y la participación democrática directa, no la violencia.El alarmismo del Washington Post alrededor de la candidatura de Venezuela recuerdan a la mentalidad de la guerra fría que animó una campaña similar en el 2006.Venezuela no es defensora de los otros países en las Naciones Unidas: es un decidido defensor de la paz, como lo demuestra su compromiso a la estabilidad regional y el fuerte apoyo brindado a Colombia en el proceso de paz.El Post dijo que Venezuela podría estar a punto de sufrir un “colapso económico catastrófico” y apoyó dicho enunciado refiriéndose ofensivamente a nuestro Jefe de Estado como un “ex conductor de autobús económicamente analfabeto”.Los venezolanos están orgullosos de pertenecer a una democracia que permite a los extrabajadores de la clase obrera subir a un nivel superior.Maximilien Sánchez Arvelaiz, Washington