La mayoría de los periodistas de la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, han huido de la urbe tras las campañas de detenciones lanzadas en los últimos días por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Desde el pasado 10 de junio, cuando el EI tomó el control de Mosul, la segunda ciudad de Irak, la milicia radical ha arrestado a un total de dieciséis trabajadores de los medios de comunicación de la localidad, ocho de ellos en los últimos tres días.
El periodista Mohamed Amin al Abaui dijo en declaraciones a Efe que varios de sus colegas abandonaron en los últimos días la ciudad con destino a Kirkuk y a la capital, Bagdad, después de que se sintieran amenazados tras esas detenciones.
En ese sentido, advirtió de que "la situación que afrontan los profesionales en Mosul es peligrosa, por lo que la mayoría han huido de sus zonas o han disminuido sus labores por las constantes persecuciones".
Además, acusó al Sindicato de Periodistas Iraquíes de "no preocuparse por esos colegas, ni de prestarles ayuda, especialmente a los que están desplazados fuera de la ciudad".
Por su parte, fuentes locales que declinaron identificarse revelaron que más de ocho reporteros huyeron el sábado y domingo pasados, algunos de ellos trabajadores de la televisión Semá, que era propiedad de la Gobernación de la provincia de Nínive, de la que Mosul es su capital.
Asimismo, advirtieron de que el EI tiene intención de arrestar a todos los periodistas de Mosul porque los considera "apóstatas y que no cumplen con la religión".
Un representante del Sindicato de Periodistas Iraquíes en Mosul, Ahmed Ezadin, dijo a Efe que el EI fracasó en su intento de obligar a los trabajadores de los medios de comunicación de la ciudad a que lo hicieran en favor del grupo, ya que todos ellos lo rechazaron.
Sin embargo, el EI logró tomar el control de la radio Dar al Salam, que era propiedad del Partido Islámico Iraquí antes de que los yihadistas la convirtieran hace más de un mes en su órgano de difusión oficial con el nombre de Al Bayan.
Asimismo, los radicales ocuparon la sede del canal Semá y se incautaron de todos sus aparatos de trasmisión y grabación, aunque no consiguieron convencer a los trabajadores de que volviesen a sus puestos de trabajo tras abandonar sus instalaciones.
Las últimas detenciones fueron denunciadas por el jefe del Comité Iraquí de Defensa de los Derechos de los Periodistas, Ibrahim Serayi, que en declaraciones a Efe reveló que los ocho colegas arrestados el viernes y el domingo pasados se encuentran en paradero desconocido.
Todos ellos trabajaban en la televisión Semá, y fueron detenidos por combatientes yihadistas en sus propios hogares, situados en diferentes barrios de Mosul.
EFE