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martes, 4 de noviembre de 2014

Boko Haram corta las manos a los que incumplen la ley islámica en su califato

(Lagos, 04 de noviembre. EFE).- El grupo terrorista Boko Haram declaró un califato islámico en la localidad de Mubi, en el noreste de Nigeria, donde cortó las manos a unas diez personas que incumplieron su interpretación de la ley islámica, informaron hoy los medios locales.
Los terroristas izaron su bandera e impusieron un califato islámico en Mubi, la segunda ciudad más poblada del estado de Adamawa, con 250.000 habitantes, que tienen bajo su control desde el pasado miércoles.
Según declararon algunos residentes, citados por el diario nigeriano “The Punch”, los terroristas cortaron las manos a diez residentes que fueron declarados culpables de diversos delitos, incluyendo el saqueo de la propiedad.
Además, otro testigo aseguró que dos imanes fueron decapitados por milicianos de Boko Haram por supuestamente predicar en contra del grupo terrorista.
Centenares de personas ya han abandonado la zona por miedo a las represalias de los terroristas, que predican el Islam y reclutan yihadistas para su causa.
Ante la ola de asaltos a ciudades, el vicegobernador del estado de Borno, Alhaji Zanna Mustapha, advirtió de que los estados norteños de Adamawa, Borno y Yobe -bajo un estado de emergencia desde el pasado mayo- podrían ser invadidos por Boko Haram en cuestión de semanas a menos que el Gobierno federal intensifique sus esfuerzos para detener a los terroristas.
Hasta el momento, más de 15 localidades del norte del país están bajo el control de los terroristas tras haber asesinado a centenares de personas -en su mayoría cristianas-, lo que supone su primer paso en firme para lograr el objetivo de implantar el estado islámico en el país.
El pasado sábado el líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, negó en un vídeo que el grupo terrorista haya alcanzado un alto el fuego con el Gobierno nigeriano y que vaya a liberar a las más de 200 niñas secuestradas hace seis meses en una escuela de Chibok, en el norte del país.
“El asunto de las niñas está olvidado porque hace tiempo que fueron casadas”, dijo Shekau, quien avisó de que las menores no volverán con sus familias.
Boko Haram, cuyo nombre significa en lenguas locales “la educación no islámica es pecado”, mantiene una sanguinaria campaña que ha causado más de 3.000 muertes en lo que va de año, según datos del Gobierno nigeriano.