Corea del Norte rechazó las acusaciones de piratería informática en miles de "smartphones" de ciudadanos surcoreanos lanzadas por los servicios de inteligencia de Seúl y acusó al Gobierno del país vecino de tratar de deteriorar las relaciones bilaterales.
El Servicio Nacional de Inteligencia de Seúl (NIS) "se ha inventado los intentos de hacking para defender el crimen de destruir el ambiente de diálogo y despertar el sentimiento anti norcoreano", expuso en un comunicado el portal web oficial del régimen Uriminzokkiri.
La semana pasada el NIS denunció en un informe a la Asamblea Nacional (Parlamento) que Corea del Norte había practicado espionaje cibernético en "smartphones surcoreanos" mediante la difusión de aplicaciones maliciosas.
Las autoridades de inteligencia aseguraron que el problema habría afectado a más de 20.000 teléfonos desde mayo hasta septiembre.
EL sitio web norcoreano acusó al Gobierno de Corea del Sur, y concretamente al NIS, de generar este tipo de informaciones "falsas" para provocar rechazo social hacia Corea del Norte con el fin de cubrir crisis o escándalos internos.
Así, afirmó que la acusación de ciberespionaje "pretende encubrir crímenes inhumanos del gobierno de Seúl contra grupos progresistas de Corea del Sur como escuchas telefónicas y piratería", según el comunicado, que hace referencia a recientes escándalos que salpican al NIS.
Los servicios de inteligencia de Seúl han acusado al régimen de Kim Jong-un de estar detrás de varios de los ataques cibernéticos masivos que Corea del Sur ha sufrido en los últimos años y que en ocasiones han llegado a paralizar las páginas web de Presidencia y otras importantes instituciones del país.
Corea del Norte, por su parte, siempre ha negado cualquier tipo de implicación en los ciberataques.
El cruce de acusaciones llega en un momento en que las relaciones entre ambas Coreas se encuentran deterioradas, a pesar de que ambas partes protagonizaron a principios de octubre un acercamiento en el que se comprometieron a dialogar para estrechar sus lazos.
EFE