EFE).- Lejos de desaparecer, el brote de cólera que afecta Haití desde 2010 sigue amenazando la vida de miles de personas y puede perpetuarse ante la falta de fondos para combatirlo, según el principal responsable de la ONU para la lucha contra la enfermedad, Pedro Medrano.
“Nos preocupa que exista la percepción de que el problema del cólera está resuelto”, aseguró Medrano en una entrevista con Efe antes de viajar a España, donde la próxima semana abordará con las autoridades la crisis sanitaria que vive el país caribeño.
Desde que comenzó la epidemia en 2010, Haití ha acumulado más de 725.000 casos de cólera y cerca de 9.000 muertes relacionadas con la enfermedad. Y aunque el número de casos ha descendido año a año hasta llegar a menos de 30.000 en 2014, el problema sigue siendo mayúsculo.
“Para muchos esto no es una emergencia, pero cualquier país con 30.000 casos de cólera al año sería una emergencia sanitaria”, explica Medrano, que además advierte sobre la preocupante tendencia de los últimos meses, cuando los nuevos casos aumentaron hasta unos 5.000 al mes, frente a los menos de mil de comienzos del año pasado.
Esa subida, registrada con motivo de la temporada de lluvias, deja claro que la solución del problema aún está lejos y muestra las debilidades de Haití a la hora de hacer frente a este desafío, según la ONU.
“Es un país muy vulnerable a desastres naturales, un país que tiene una muy débil infraestructura sanitaria, hospitalaria y en dotación de agua”, advierte Medrano, que considera que el cólera no desaparecerá de Haití mientras el país no tenga unas condiciones en esos ámbitos similares a las de la región de América Latina.
Al problema se suma la falta de fondos para trabajar contra la epidemia, pues según el responsable de la ONU ahora mismo no hay recursos para atender las necesidades más inmediatas ni para financiar correctamente los planes a más largo plazo.
“Necesitamos cerca de 30 millones de dólares (en 2015) y lo que hemos logrado hasta ahora es muy poco. No alcanza 3 millones de dólares”, explica.
La cantidad resulta mínima en comparación con otras grandes crisis humanitarias alrededor del mundo, pero eso es en parte lo que hace más difícil convencer a los donantes, cuya atención se centra en problemas como el ébola o los conflictos que se viven en África y Oriente Medio.
Además, según Medrano, hay también una cierta “fatiga de los donantes” para con Haití, donde la comunidad internacional fue “muy generosa” inmediatamente después del terremoto que asoló la isla hace cinco años.
“Nos preocupa que se piense que con lo que ya se invirtió en Haití los problemas están resueltos”, señala el coordinador de las Naciones Unidas para el cólera, que advierte que el país “va a necesitar años para recuperarse”, tanto de la enfermedad como de los problemas estructurales que arrastra.
En ese sentido, apunta que los programas de reconstrucción están siendo ejecutados muy lentamente y sólo se están invirtiendo unos 50 millones de dólares al año para agua y saneamiento, cuando deberían ser 200 millones.
“Al ritmo actual de inversiones nos vamos a demorar 40 años en tener los mismos niveles del resto de América Latina”, explica Medrano, que asegura que lo probable es que durante ese periodo sigan viéndose altas cifras de cólera y que defiende la necesidad de un “plan Marshall” para Haití.
Tras visitar Cuba esta semana, Medrano estará la próxima en España, donde espera reunirse con responsables de la Cooperación española y con socios de la ONU que han estado trabajando en Haití.
“Si bien España ha hecho un gran aporte (…), todavía tenemos una emergencia humanitaria, de salud, que es la más grande que tenemos en la región de América Latina”, explica, confiando en que el país pueda destinar nuevos recursos este año para la crisis.