El general retirado Xu Caihou, número dos del ejército chino entre 2004 y 2012 y actualmente investigado por corrupción en uno de los mayores escándalos de la historia de las fuerzas armadas del país, falleció este domingo a los 71 años víctima de un cáncer de vejiga, informó hoy la agencia Xinhua.
Xu, el cargo militar de mayor rango nunca antes investigado por la Justicia china, fue detenido en marzo de 2014 después de meses de conjeturas sobre sus posibles implicaciones en sobornos a cambio de promociones en el ejército, aunque ya entonces se rumoreaba que padecía una grave enfermedad que impediría su proceso.
Según señaló hoy la Fiscalía militar china, con el fallecimiento de Xu, y de acuerdo con la Ley de Procedimiento Criminal, no se continuará con dicho proceso, aunque sí se seguirán investigando las ganancias ilegales del exgeneral.
Xu había sido expulsado del Partido Comunista de China en junio del pasado año, y poco después el semanario chino Phoenix Weekly reveló que había amasado mediante sobornos una enorme riqueza en forma de dinero y piedras preciosas que almacenaba en el sótano de su casa.
Según la publicación, ese “tesoro” presuntamente obtenido ilícitamente fue encontrado durante el registro de la vivienda y se tuvieron que emplear diez camiones militares para su decomiso.
El proceso contra Xu forma parte de la amplia campaña anticorrupción iniciada por el presidente chino, Xi Jinping, tras su llegada al poder, en 2013, y se trata de uno de los casos más destacados, pues con él los líderes comunistas quieren mostrar que ni siquiera el influyente ejército estará por encima de la ley.
Las Fuerzas Armadas chinas, las mayores del mundo en número de militares con más de 2 millones de soldados, son una institución con gran poder político pero también empresarial en el país asiático.
El también conocido como Ejército de Liberación Popular (ELP) es uno de los mayores promotores inmobiliarios de China, tiene grandes intereses en sectores como el arte, los medios de comunicación, la minería o incluso el deporte, y hasta el pasado año parecía fuera del control de los órganos anticorrupción.
Los procesos y condenas contra altos oficiales del ELP son infrecuentes pero no algo inédito, y ya en 2006 el entonces vicealmirante de la Armada china Wang Shouye recibió una condena a muerte suspendida (en la práctica una cadena perpetua) por malversación.
Fuente: EFE