(Brasilia, 10 de abril – EFE).- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó hoy ante un foro empresarial previo a la VII Cumbre de las Américas, que los Gobiernos deben garantizar que las personas que han dejado la pobreza no vuelvan a caer en esa condición.
“No podemos dejar que las personas pierdan lo que conquistaron”, dijo la mandataria en la sesión de clausura del foro empresarial, en la que participó junto a los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, de México, Enrique Peña Nieto, y de Panamá, Juan Carlos Varela.
Rousseff hizo un breve repaso sobre las acciones que, en su país, permitieron que unas 40 millones de personas salieran de la pobreza y pasaran a engrosar las clases medias, un proceso sobre el cual admitió que precisa ser reforzado a fin de ser “sustentable”.
La mandataria reconoció también que esa movilidad social sólo fue posible gracias al crecimiento logrado por la economía brasileña, que hoy ha menguado al punto de que los analistas privados coinciden en que el país está al borde de una recesión.
“Tenemos el desafío de seguir creciendo en forma sustentable, continua y sistemática”, dijo Rousseff, quien además señaló algunas de las deficiencias “estructurales” que tiene Brasil y en las que se debe invertir para intentar recuperar el rumbo del crecimiento.
“Si llevamos 40 millones de personas a las clases medias, esas personas quieren más y mejor” en áreas “fundamentales”, como son el transporte, la salud o la educación, indicó Rousseff en referencia a tres servicios cuya escasa calidad fue uno de los detonantes de las masivas protestas de mediados de 2013.
Además de invertir en esas áreas, Rousseff remarcó que Brasil está empeñado en avanzar hacia un proceso de modernización de sus puertos y de sus redes de carreteras, pues eso supondría un fuerte impulso para la agricultura del país, que es una de las puntas de lanza de la oferta exportadora nacional.
La mandataria también apostó en las posibilidades económicas y comerciales que ofrece a los países de América Latina el proceso de integración regional.
“Una América Latina más integrada expande las fronteras nacionales, las oportunidades y ayuda al crecimiento de nuestras economías”, declaró.