La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que colabora de cerca con la ONU, informó este martes en Ginebra, de su participación en un proyecto dirigido a mejorar la preparación y resistencia a desastres de comunidades indígenas vulnerables en Bolivia.
La iniciativa, que cuenta con el apoyo de la Comisión Europea de Ayuda Humanitaria (ECHO), beneficiará a 7.900 familias en zonas de riesgo, con un efecto indirecto sobre otras 41.000 que viven en centros urbanos en las municipalidades de las inmediaciones.
El proyecto, presentado oficialmente esta semana, está ubicado cerca de las cuencas de los ríos Beni y Mamoré, en los departamentos de Beni y La Paz, y forma parte de un plan humanitario del 2015 al 2016 para América del Sur.
La OIM será responsable de la capacitación para la instalación de refugios temporales dirigido a municipalidades locales y participará conjuntamente con otros organismos y agencias de la ONU, como el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
El objetivo es, además, fortalecer las capacidades de resistencia a las recurridas inundaciones y el impacto que tienen en los medios de subsistencia, la salud, la nutrición y la disponibilidad de agua potable