Javier Corral ha llamado a los militantes del PAN a protagonizar una rebelión. El senador anunció este lunes su intención de buscar la presidencia del partido de la derecha mexicana, que aún intenta explicarse lo que ocurrió en la pasada elección, donde obtuvieron sus resultados más pobres en 30 años. Su candidatura confronta directamente a la actual dirigencia, en manos de Gustavo Madero y Ricardo Anaya, que vislumbraban un manso relevo en la cúpula este agosto. “Estoy listo para encabezar una profunda reforma del partido”, explicó el legislador en un vídeo publicado en YouTube.
Ricardo Anaya, el líder de los diputados del PAN, ya había comenzado una gira en la que se presentaba como candidato en solitario y heredero natural del proyecto que Gustavo Madero ha liderado desde diciembre de 2010. Los resultados de la elección del 7 de junio, donde el PAN retrocedió cerca de un 5% en su votación perdiendo seis asientos en la Cámara de Diputados (logró 108 escaños), ha obligado a los panistas a reescribir el guion y ha ocasionado una precoz temporada de destapes. El primero lo protagonizó Margarita Zavala, la esposa del expresidente Felipe Calderón (2006-2012), que sorprendió al anunciar que buscará la presidencia de México en 2018.
El senador Corral, originario de Ciudad Juárez (Chihuahua), se ha convertido en la segunda noticia inesperada de la época poselectoral. Irrumpe en la interna con un perfil quijotesco, impulsado por la figura de Manuel Gómez Morin, uno de los ideólogos del PAN —también chihuahuense—y apuntalado por un solo pensamiento: volver al pasado. “México necesita un PAN fiel a su historia, necesitamos regresarlo a su misión ética…Esta es una crisis que nos lleva a buscar valores fundamentales”.
El senador ha anunciado sus intenciones en un vídeo de ocho minutos en el que utiliza su mejor arma: la oratoria. El político de 48 años es uno de los pocos tribunos de vieja escuela que aún destacan entre las filas del PAN. Ha sido legislador de forma prácticamente ininterrumpida desde 1997, lo que lo ha colocado en el centro de docenas de debates a lo largo de cuatro legislaturas. En 2004 el PAN y el PRD (izquierda) lo postularon como candidato al Gobierno del Estado, pero fue derrotado por el aspirante del PRI.
Corral propone enterrar la política de pactos que Gustavo Madero ha acordado con el Gobierno actual bajo la figura del Pacto por México. El legislador votó en contra en dos de las reformas torales de este proyecto: la de telecomunicaciones y energética. “Al PAN lo ha debilitado la corrupción, el compadrazgo, la ineptitud… necesitamos desatarlo de su acuerpamiento del Gobierno de Enrique Peña Nieto, que mantiene al partido indiferente a la corrupción que enloda al presidente”.
El nuevo aspirante, cuya figura pretende ser un revulsivo para la organización que gobernó a México entre 2000 y 2012, reconoce que le espera un camino cuesta arriba. No tiene dinero para contratar operadores y no domina las estructuras del partido, que Madero y Anaya han volcado en su favor en los últimos cinco años. “Quiero cimbrarlo, estrujar las conciencias… En el PAN siempre hemos bregado contra la adversidad”.
Los militantes del PAN, que votarán por el nuevo dirigente en agosto, decidirán el rumbo. Una opción es continuar el proyecto de Madero con la mirada puesta en las presidenciales de 2018 o sumarse a la “cruzada por el rescate del partido” que Corral propone. Un camino bifurcado aguarda a la derecha mexicana.EL PAIS
