La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) expresó preocupación por la precaria situación en la frontera entre Grecia y la ex República Yugoslava de Macedonia, donde este viernes se utilizó la fuerza para evitar que los migrantes cruzaran hacia este último país.
Según los medios locales, la policía macedonia recurrió a la violencia, lanzó gases lacrimógenos y granadas falsas a las personas que intentaban entrar a su territorio.
ACNUR manifestó gran inquietud por los miles de refugiados y migrantes aglomerados en el lado griego de la frontera en condiciones cada vez peores.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, António Guterres, habló hoy con el ministro del Exterior macedonio, Nikola Poposki, sobre la cuestión y el canciller le aseguró que no cerrarán la frontera en el futuro.
ACNUR llamó a Grecia a mejorar su sistema de registro y recepción para las personas que necesite protección internacional, e instó al gobierno a asistir a la gente que se encuentra varada en la frontera, y a reubicarla en sus centros de recepción.
Finalmente, el organismo de la ONU reiteró su llamamiento a la Unión Europea a apoyar a los países afectados por el flujo de refugiados y a aumentar las vías legales de admisión a ese continente