Colombia ha iniciado la cuenta atrás para la configuración de un nuevo mapa político. Casi un año y medio después de que el presidente, Juan Manuel Santos, fuese reelegido, y con su triunfo saliese reforzada la apuesta por el proceso de paz con la guerrilla de las FARC, que ahora está cerca de desembocar en un acuerdo definitivo, los colombianos decidirán el próximo domingo quiénes dirigirán sus alcaldías y gobernaciones. La nación aspira a que esta sea la legislatura de transición de un país teñido de sangre por el conflicto armado a uno en paz. Antes, las urnas comienzan a dibujar un nuevo escenario.
En juego está la gestión de lo que serán, presumiblemente, años muy importantes para el devenir del país. En el caso de las dos principales ciudades, Bogotá y Medellín, las encuestas dan cierta ventaja a dos candidatos, Enrique Peñalosa y Juan Carlos Vélez, respectivamente, lo que supondría un giro ideológico con respecto a las últimas legislaturas, gobernadas por el progresismo. Pero ninguno cuenta con un apoyo mayoritario a seis días de los comicios.
La capital colombiana decidirá si le da un voto de castigo a la izquierda después de tres legislaturas o renueva su confianza en el progresismo, encarado por la única mujer con posibilidades de gobernar una de las grandes ciudades del país: Clara López. Hasta el momento, todas las encuestas dan como ganador al exalcalde y excandidato presidencial Enrique Peñalosa, del partido Cambio Radical, uno de los que integran Unidad Nacional, la coalición con la que gobierna Santos y que a estas elecciones acude por separado. De hecho, el candidato de otro partido de la Unidad, el de la U, Rafael Pardo, está en la terna de posibles candidatos a la alcaldía.
Esta división servirá también para medir el desgaste de la coalición que gobierna a nivel nacional frente a la oposición, encarnada por el uribismo del Centro Democrático. El partido del expresidente Álvaro Uribe, con una bancada insuficiente en el Congreso para hacer frente al Gobierno, tiene, no obstante, mucha fuerza en la opinión pública. Su objetivo será lograr la mayor presencia posible en las instituciones, con miras a hacer desde ellas oposición al proceso de paz y fortalecerse de cara a las elecciones presidenciales de 2018.
En la capital, el candidato del uribismo, el exvicepresidente Francisco Santos, parte último entre los cuatro candidatos con más posibilidades de ser alcalde. En la segunda ciudad del país, Medellín, el aspirante de Uribe, Juan Carlos Vélez, se postula como principal candidato, lo que podría punto y aparte a 12 años de progresismo en uno de los principales focos económicos del país.
Pese a que las propuestas y promesas han girado en torno a la economía o la movilidad, en el caso de Bogotá, principalmente, la paz sobrevolará los últimos días de campaña. El Gobierno ha puesto especial énfasis en recalcar que los mandatarios que salgan elegidos de las urnas el próximo domingo serán, en definitiva, los representantes de los colombianos durante el posconflicto
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