La directora general de la UNESCO, Irina Bokova, reiteró su profunda inquietud ante la escalada de violencia contra los sitios culturales y religiosos de Oriente Medio y los enfrentamientos que ocurren en sus alrededores.
En este sentido, emitió este martes un comunicado en el que deplora las recientes propuestas que están siendo debatidas por el Consejo Ejecutivo de la UNESCO e indicó que éstas podrían ser percibidas como un intento de modificar el estatuto de la Ciudad Vieja de Jerusalén y sus murallas.
El sitio se encuentra inscripto en la Lista del Patrimonio Mundial y su modificación podría avivar las tensiones, advirtió Bokova.
La directora general de la UNESCO pidió a los miembros de ese Consejo tomar decisiones que no alimenten las tensiones en el terreno y que alienten al respeto del carácter sagrado de los lugares santos.
Irina Bokova subrayó que la protección del patrimonio mundial no debe ser tomada como rehén porque ello debilita el mandato y los esfuerzos de la UNESCO orientados al diálogo, la tolerancia y la paz.
Jerusalén es la tierra santa de las tres religiones monoteístas, recordó la alta funcionaria. Se trata de un lugar de diálogo para todos los judíos, cristianos y musulmanes, indicó en su mensaje.