( EFE) -Edward Archer, un presunto seguidor del grupo yihadista Estado Islámico (EI) que disparó e hirió gravemente a un policía este jueves en Filadelfia (Pensilvania, EE.UU.), fue acusado hoy de varios cargos, entre ellos el de intento de asesinato.
Las autoridades siguen investigando los motivos que llevaron a Archer, de 30 años, a disparar trece tiros, con un arma policial robada, en dirección al vehículo donde se encontraba el agente Jesse Hartnett, que recibió tres impactos de bala en el brazo.
Archer fue informado hoy de que enfrenta cuatro cargos: el de intento de asesinato, el de asalto agravado a un agente de policía, el de puesta en peligro temeraria de una persona y el de hacer amenazas terroristas, según informan medios locales.
Durante su interrogatorio este viernes, Archer confesó que había cometido el crimen “en el nombre del Islam”, juró lealtad al EI y aseguró que las autoridades de la ciudad aplican leyes que son contrarias al Corán, según explicó la Policía de Filadelfia.Los investigadores de la Policía local, asistidos por el Buró Federal de Investigaciones (FBI), están tratando de determinar si Archer tenía algún nexo con sospechosos de terrorismo extranjeros.
De acuerdo con el diario The Wall Street Journal, Archer viajó a Egipto en 2012 y a Arabia Saudí en 2011, y las autoridades están investigando si esos viajes tuvieron alguna influencia en su presunta radicalización.
Mientras, el agente de policía herido sigue recuperándose en un hospital local de su brazo roto y el daño a sus nervios provocado por el tiroteo.
Las autoridades describieron el ataque como una emboscada que se produjo sin provocación alguna por parte de Harnett, quien vestía su uniforme y se encontraba dentro de un vehículo policial cuando el sospechoso comenzó a dispararle, acercándose cada vez más al automóvil, según muestran unas imágenes captadas del incidente.
Archer también resultó herido debido a los disparos de Harnett y fue detenido poco después por las autoridades, que le incautaron una pistola semiautomática que fue robada en 2013 de la vivienda de un policía.
El ataque se produjo poco más de un mes después de que una pareja de presuntos seguidores del EI mataran a catorce personas e hirieran a más de veinte en San Bernardino (California), en un atentado que los investigadores del FBI vinculan con el extremismo islamista.
La madre del sospechoso, Valerie Holliday, dijo el viernes al diario The Philadelphia Inquirer que Archer se había golpeado la cabeza en un accidente y “se comportaba de forma extraña últimamente”.