El Secretario General de la ONU inauguró este jueves en Londres la Conferencia de Donantes para Siria, que busca recaudar al menos 7.000 millones de dólares para asistir a la población siria dentro y fuera de su país durante 2016.
En el discurso inaugural, Ban Ki-moon focalizó tres objetivos para la Conferencia: cubrir las necesidades humanitarias de este año con los fondos solicitados, sentar las bases para establecer ayuda humanitaria de alcance internacional a largo plazo y establecer medidas para la protección de civiles.
El Secretario General recordó que el conflicto en ese país se acerca a su sexto año y señaló que la comunidad internacional tiene una gran responsabilidad en la ausencia de una solución.
Se mostró confiado en que los esfuerzos de su enviado especial para Siria, Staffan de Mistura, progresen, aunque señaló que la pausa en las conversaciones de paz anunciada ayer muestra las profundas divisiones entre las partes.
A pesar de las dificultades, Ban instó al gobierno y la oposición a volver a la mesa de negociaciones.
"Estoy de acuerdo con mi enviado especial que no se han de tener conversaciones de paz solamente por tenerlas. Los próximos días tendrían que usarse para volver a la mesa de negociaciones y no para avanzar en el campo de batalla", dijo.
El titular de la ONU urgió al Consejo de Seguridad y al Grupo Internacional de apoyo para Siria a ejercer presión sobre las partes y a comprometerse con el futuro de Siria.
Finalmente, Ban reiteró que no hay una solución militar a la crisis y que la salvación para el pueblo sirio de su intolerable sufrimiento solo se producirá mediante un diálogo político inclusivo.
