El aumento de agresiones con navaja a pasajeros en los trenes de Nueva York ha provocado el regreso de la patrulla ciudadana de los "Ángeles Guardianes" en el centenario metro que recorre los cinco condados de la ciudad, donde nació la organización durante la violenta década de 1970.
Los usuarios del metro, que cada día transporta a más de cinco millones de personas, comparten desde el pasado lunes su viaje, para sorpresa de algunos y beneplácito de otros, con los "Ángeles Guardianes", un grupo de voluntarios de autodefensa y desarmados que con su distintiva chaqueta y boina roja recorren los vagones para prevenir más ataques.
"Nunca hubiese imaginado que 37 años después del nacimiento de los 'Ángeles Guardianes' estaría haciendo lo que hacía en 1979", dijo a Efe Arnaldo Salinas, cofundador junto a Curtis Sliwa.
En aquel entonces, cuando nació en El Bronx el grupo, que en sus inicios se llamó "Los magníficos 13", la mayoría de miembros eran latinos, principalmente de la República Dominicana, Perú, México, Argentina y Uruguay, con 5.000 integrantes, entre ellos algunas mujeres.
Hacía ya 22 años, desde 1994 cuando el exfiscal Rudolph Giuliani llegó a la alcaldía, que el grupo, que trabaja en coordinación con la policía, no patrullaba en el metro, pese a que su presencia ha sido constante en la ciudad en comunidades que lo requieran ante diversos problemas.
"Las cosas habían mejorado, el crimen había bajado pero ahora están empeorando rápidamente y si no hacemos algo, vamos a perder de nuevo nuestra ciudad y quizás sea peor que en 1979", cuando la Gran Manzana, que atravesaba una grave crisis económica, era insegura con alta tasa de criminalidad, drogas, pandillas, estaciones del metro oscuras y con graffiti, indicó.
De acuerdo con los dirigentes, las bandas se están "apoderando" de la Gran Manzana, donde la criminalidad "está fuera de control".
Las autoridades aseguran que las estadísticas muestran un descenso en enero pero al mismo tiempo admiten un 20 por ciento de alza en agresiones con navaja y acuchillamientos, que ha alarmado a los usuarios del metro y ha ocupado titulares en los últimos días.
Para el jefe de la policía, los incidentes no están relacionados y considera que están siendo cometidos por personas con problemas mentales y que se irán reduciendo.
EFE