El beneficio de Shell se desploma un 87% por el precio del petróleo
La multinacional petrolera angloholandesa Shell ha registrado los peores resultados de la última década por culpa de la caída de los precios del crudo. Según la nota enviada a la Bolsa de Valores de Londres, en el último trimestre de 2015 obtuvo unas ganancias netas de 1.939 millones de dólares (1.748 millones de euros), contra los 1.487 millones de dólares (13.416) anotados en el mismo periodo de 2014. La cifra supone un beneficio un 87% menor al de ese año, y repercutirá directamente en los trabajadores.
En diciembre pasado, Shell ya anunció un recorte de 10.000 empleos si no lograba remontar sus cifras. Ben van Beurden, su presidente ejecutivo, ha confirmado ahora el ajuste en un comunicado señalando que “habrá cambios sustanciales para poder reaccionar ante la caída de precios”. “Como ya dijimos en su momento, ello supondrá la desaparición de los 10.000 puestos de trabajo”.
El desplome del crudo (el barril de Brent cuesta 35 dólares; en 2014 valía 100 dólares) ha pasado factura a la compañía, que también ha sufrido otros reveses. Entre ellos, destaca el abandono de planes de perforación de gas y petróleo, como el de Alaska.
En septiembre, renunció a seguir las prospecciones en el Ártico “por falta de viabilidad económica”, a pesar de que llevaba años detrás de este yacimiento y contaba con el permiso de las autoridades de Estados Unidos. Entonces, dijo que las muestras obtenidas eran “decepcionantes”, y no compensaban el desembolso precisado para evitar un desastre ecológico. La retirada del proyecto de construcción de una planta en Qatar, donde debía desembolsar 6.500 millones de dólares en colaboración con el Estado árabe, ha sido también notable. Por todo ello, lo ganado en el último periodo contable apenas procede de la explotación de crudo. Ha salido del refinado y venta de derivados del petróleo.
Sumadas a lo largo de 2015, las ganancias de Shell ascienden a 10.700 millones de dólares, frente a los 22.600 millones de dólares de 2014. En cuanto a la facturación, el año pasado descendió un 37% frente a los 12 meses anteriores. Shell publica sus cifras en dólares, la divisa en que cotiza el petróleo. Poco antes de publicarse los datos oficiales, los accionistas de Shell aprobaron la compra de British Gas (BG). Otro tanto han hecho los británicos, y ambos formarán un gigante energético con el que esperan resistir la caída de precios del crudo. BG trabaja en Brasil y Australia, y la angloholandesa podrá abaratar allí costes de explotación. Van Beurden indica que el acuerdo puede estar listo en las próximas semanas.
La noticia del recorte laboral y los bajos beneficios no ha podido llegar en peor momento para Shell en Holanda. Este jueves se ha sabido que una de sus refinerías locales ha dejado escapar, “un total de 25 toneladas de gases tóxicos desde noviembre”. La firma asegura que las concentraciones liberadas no son nocivas para la salud y ya lo ha solucionado
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