"Start me up", fue la canción elegida por Rolling Stones para encender la llama de su gira latinoamericana 'Olé' que este miércoles comenzó a rodar en Santiago de Chile, con unos 55.000 fanáticos que rockearon al ritmo frenético de Mick Jagger y su mítica banda.
En su vuelta a la región tras una década, los británicos apostaron a un descomunal despliegue escénico con un juego exquisito de luces, pantallas gigantes y fuegos artificiales, sólo superados por el talento de cuatro veteranos que una vez más desafiaron al paso del tiempo con su vitalidad.
Con pantalón y remera negra, bien ceñidos al cuerpo, camisa y una colorida chaqueta, la delgada silueta de Jagger saltó a escena pasadas las 21H00 (00H00 GMT) e inició una fiesta que se extendió por más de dos horas ante un repleto recinto.
A sus 72 años, Jagger lideró las interpretaciones magistrales de los clásicos de la banda y bailó desenfrenadamente al ritmo de rock and roll y hasta le quedó aliento para interactuar con su público en fluido español. afp