Este jueves se celebra el Día Mundial contra el Cáncer, la enfermedad que más muertes provoca en el mundo y representa uno de los mayores desafíos y problemas financieros de la humanidad. Según cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), matará a más de 8 millones de personas en todo el mundo este año, el equivalente a toda la población de Nueva York y la mitad de ellas serán personas en edad laboral.
Bajo el lema "Nosotros podemos, yo puedo", este año Naciones Unidas está defendiendo una mayor prevención y control de la enfermedad. En su mensaje para el Día, el Secretario General instó a acabar con las múltiples tragedias que desata el cáncer, ya que una tercera parte de todos los casos es prevenible, y otros tipos pueden curarse con el diagnóstico y el tratamiento tempranos.
Como ejemplo, Ban Ki-moon se refirió al cáncer de cuello uterino, que afecta principalmente a las mujeres de los países más pobres del mundo, donde son diagnosticados ocho de cada 10 casos y donde se producen nueve de cada 10 muertes por esta enfermedad.
El Titular de la ONU recordó que hoy en día ya se cuenta con los conocimientos, la experiencia y los medios necesarios para proteger a todas las mujeres del cáncer cervical, como las vacunas para evitar el virus del papiloma humano, los exámenes ginecológicos y el tratamiento preventivo.