La primera ministra de Australia, Julia Gillard, se enfrenta a una creciente presión para que legalice el matrimonio entre homosexuales, después de que la rama en Queensland del partido gobernante, el Laborista, aprobó una moción para pedir la igualdad de derechos para "todas las parejas adultas".
Gillard ha mostrado su oposición a cualquier modificación de la ley que actualmente permite el matrimonio sólo entre un hombre y una mujer.
La organización política Australian Greens, conocida como el partido "verde" australiano, cree que existe un contundente apoyo popular para el cambio e introdujo un proyecto de ley que permite el matrimonio entre parejas del mismo sexo, pero la propuesta enfrenta una férrea oposición de grupos religiosos.