Uno de los hechos que más han intrigado a los investigadores desde que se descubrió el VIH hace 30 años es la desigual evolución que sufren las personas cuando se infectan. En unos, el deterioro del sistema inmunitario es rápido y las infecciones oportunistas, que indican que se ha desarrollado sida, aparecen en meses. En otros, ocurre lo contrario: hay documentados casos de personas que llevan años (más de 15) infectadas y que no han tenido un problema sanitario. En la mayoría, el deterioro se hace visible alrededor de los cinco años tras de la infección.
Investigadores del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa y del Departamento de Salud de Cataluña han identificado seis genes que actúan en el primero de los grupos (los progresores rápidos). El estudio, que publica Journal of Clinical Investigation, se ha basado en 66 pacientes (la mitad españoles, la otra mitad en Suiza) de los que se sabía la fecha de la infección y a los que se pudo seguir hasta que el deterioro de su sistema inmunitario obligó a tomar medicación. Al conocerse los genes, se puede predecir la evolución en cada persona y se abre la puerta a tratamientos futuros, incluida la ansiada vacuna.
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