Miles de personas han vuelto a desafiar al régimen de Bachar el Asad en un nuevo viernes de protestas en Siria. El Ejército, que durante la madrugada había tomado posiciones en torno a las localidades de Kahn Sheijoun y Maarat al Numaan para evitar que los manifestantes bloqueasen la autopista que comunica Hama con Alepo, ha abierto fuego para aplastar la revuelta en varios puntos, lo que ha dejado varios muertos y heridos, informan grupos activistas.
Según los denominados Comités de Coordinación Locales, entre los fallecidos figura por primera vez un manifestante en la ciudad de Alepo, la segunda más grande del país, donde la protesta ha prendido hoy con fuerza. Esta localidad, de mayoría suní y con un sector comercial vinculado a la jerarquía alauí siria, a la que pertenece el presidente, no había registrado apenas incidentes en los tres meses en los que se han prolongado las protestas, y solo se habían producido sucesos violentos en el campus universitario y las afueras.
Los Comités hablan de al menos 16 fallecidos en todo el país. La red opositora Sham certifica al menos dos muertos y cuatro heridos graves por los disparos de las fuerzas de seguridad en Deir Zor, en el este, así como otros dos muertos y cuatro heridos en Homs.
Pese al cerco del Ejército y al intenso despliegue de las fuerzas de seguridad en las principales ciudades del país, miles de manifestantes han salido también a las calles en Deraa, Qameshli, Hama, Deir Zor, Horan y Maarat al Numaan, esta última tomada por carros de combate y helicópteros del Ejército desde primeras horas de la mañana. También está cercada Yisr al Shogur, donde según los activistas hay actualmente 162 vehículos blindados y treinta carros de combate.
Estos datos no han podido confirmarse independientemente debido al férreo control de las autoridades sirias, que no permiten la entrada de periodistas. Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, al menos 1.290 civiles y 340 militares y policías han muerto por la represión de las protestas contra el régimen de Al Asad iniciadas a mediados de marzo pasado. Esta organización asegura también que miles de residentes están huyendo de las ciudades a las que se acercan las tropas. Un testigo ha declarado a la BBC que en Maarat al Numaan no quedan más de 7.000 personas (de una población total de 90.000 personas).
Mientras tanto, en Turquía se preparan para enviar comida, agua potable, medicinas y otro tipo de ayudas a los miles de sirios que están atrapados en la frontera entre los dos países. El plan fue anunciado por el ministro de Exteriores turco Ahmet Davutoglu después de su encuentro con el enviado especial del presidente Asad. "Hemos tomado precauciones y la ayuda humanitaria será distribuida entre las alrededor de 10.000 personas que esperan en el lado sirio de la frontera", dijo Davutoglu.
EL PAIS/ AGENCIAS