Los ingenieros que trabajan en la accidentada planta nuclear de Fukushima en Japón comenzaron una operación para limpiar más de 100.000 toneladas de agua radioactiva, que ha estado en peligro de derramarse al mar.
El agua, una cantidad que llenaría cuarenta piscinas olímpicas, fue bombeada a la central para enfriar los reactores que se fusionaron en los días siguientes al terremoto y tsunami del 11 de marzo.
La compañía energética Tepco, que gestiona la planta, asegura que cumplirá con su plan de cerrar los reactores en enero como muy tarde.
BBC
