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viernes, 17 de junio de 2011

Sarkozy aparta a la emblemática Anne Lauvergeon de la jefatura de la multinacional nuclear francesa Areva

Tras 10 años al frente de la multinacional francesa Areva, uno de los principales grupos nucleares del mundo, Anne Lauvergeon, de 50 años, conocida en Francia como La Ana Atómica, dejará su puesto dentro de unas semanas al actual número dos del grupo, Luc Oursel, ingeniero de minas, de 54 años.

La prensa francesa señala un causante de la sustitución de la cabeza de Areva, un grupo controlado por el Estado francés en un 80%: Nicolas Sarkozy, con el que Lauvergeon mantenía desde siempre relaciones tensas. El presidente francés, en una rueda de prensa en Alemania, se ha limitado a asegurar que el Gobierno ha optado "por la continuidad" y que él personalmente se entrevistará con Lauvergeon el próximo lunes. Sea como fuere, el primer ministro, François Fillon, ha informado de que la actual presidenta del grupo no verá renovado su mandato.

Lauvergeon estaba considerada la mujer más poderosa de Francia, por delante incluso de la ministra de Economía y actual candidata a la dirección general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde. Hace dos años, la revista Forbes la había emplazado, además, en el noveno lugar de las mujeres más poderosas del planeta. Era (aún es, de hecho) la única mujer al frente de una multinacional francesa. Licenciada en Física, a los 30 años entró a colaborar con el socialista François Mitterrand en El Elíseo. Le sirvió de sherpa (colaboradores especiales enviados a las reuniones internacionales encargados de negociar previamente los acuerdos) en muchas ocasiones.

La salida de Lauvergeon ha sido aprovechada por los ecologistas para incidir en el momento delicado que vive el mundo nuclear tras la catástrofe de Fukushima: "Se va Lauvergeon, pero el problema nuclear queda. Su marcha indica la crisis moral en la que está inmersa la energía nuclear", ha asegurado la ONG Salir de lo Nuclear. Por su parte, varios miembros de la oposición socialista han denunciado la sustitución como una maniobra política. Tampoco los sindicatos mayoritarios están de acuerdo con la decisión del Estado de descabalgar a Lauvergeon.

Lo que es cierto es que el grupo Areva deberá enfrentarse a un contexto internacional revolucionado después del desastre nuclear de Japón. Los contratos y proyectos que Areva mantenía con Italia y Alemania, dado el rechazo reciente de estos dos países hacia la energía nuclear, quedan en suspenso. Con todo, la propia Lauvergeon, que ha pedido que el traspaso de poderes se lleve a cabo en las mejores condiciones, había manifestado hacía unas semanas estar convencida de que no sobrevendría "un invierno sobre la energía nuclear".

Areva es un gigante industrial, joya de la industria francesa, que emplea 70.000 trabajadores repartidos en 40 países. Está presente en todos los procesos industriales relacionados con la energía nuclear, desde la minería a la química, pasando por el enriquecimiento de uranio, la ingeniería y la construcción de reactores. También actúa en el tratamiento de residuos nucleares y su reciclaje, así como en el desmantelamiento de plantas nucleares.

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