AFP-Al recibir el Nobel el año pasado, Mario Vargas Llosa dijo que sólo se involucraría en la elección peruana si había riesgo de que Keiko Fujimori llegara a ser presidenta. Confrontado a ese escenario, el escritor se puso en campaña para evitar que la hija del ex presidente Alberto Fujimori llegue al poder.
El rechazo a la congresista Fujimori y su exhortación a votar por el nacionalista de izquierda Ollanta Humala han convertido a Vargas Llosa en protagonista involuntario de la segunda vuelta de este 5 de junio.
El autor de 'El sueño del Celta' podría llegar a Lima este viernes desde Madrid para votar este domingo, señaló el miércoles su hijo Álvaro, quien se ha sumado a la tarea de su padre contra Keiko Fujimori.
El premio Nobel ha dado autorización incluso para que la alianza de Humala utilice como publicidad un video grabado en Madrid donde señala que la opción democrática está representada por ese candidato.
Vargas Llosa ha sostenido a lo largo de la campaña que Keiko Fujimori es tan sólo "testaferro" de su padre, el ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000), condenado a 25 años por violaciones a los DDHH y corrupción.
Vargas Llosa fue candidato presidencial en 1990 y fue derrotado por Fujimori, quien entonces era un agrónomo desconocido. El apoyo a Humala -un ex militar que se reclama cercano al ex presidente del Brasil Luiz Inacio Lula da Silva tras haber sido apoyado en la presidencial del 2006 por el venezolano Hugo Chávez- le ha deparado elogios, críticas e incluso amenazas contra su familia.
"Hallo una gran transparencia y honestidad en la conducta de Mario Vargas Llosa en esta campaña presidencial; es un hombre consecuente", dijo el ex presidente de la Comisión de la Verdad y Reconciliación Salomón Lerner Febres.
"Su posición frente a la señora Fujimori habría que entenderla observando el rechazo que tiene ella en gran parte de la población, recordando lo que fue el gobierno de su padre, que tuvo como efecto corromper lo que tocaba", resaltó Lerner Febres.
El ex comisionado dijo que "sería mezquino creer que una persona como él ponga por encima de principios que ha defendido toda su vida enemistades, agravios o resentimientos por haber perdido la elección de 1990".
Mirko Lauer, escritor y columnista del influyente diario La República, precisó a la AFP que "el rechazo de Vargas Llosa a los Fujimori se origina en el golpe de Estado de 1992" cuando el ex presidente cerró el Congreso.
"El está peleando contra el regreso de ese modelo y contra la amnesia de esa parte del electorado que vota por su hija Keiko", agregó.
"La línea que divide a la izquierda moderada del centro derecha en Perú es una línea bien delgada. La facilidad con que Vargas Llosa se ha acercado a Humala tiene que verse en ese contexto", subraya Lauer. En su última participación en la campaña, Vargas Llosa acusó el martes a El Comercio, diario de referencia en Perú, de "haberse convertido en una máquina propagandística" de la candidata Fujimori y de "violar a diario las más elementales nociones de la objetividad y de la ética periodísticas".
El Comercio rechazó el miércoles los argumentos del Nobel y los calificó de "malintencionados infundios".
El apoyo de Vargas Llosa a Humala rompió el unánime respaldo que Perú le deparó por el Nobel en diciembre, con críticas en medios de prensa que le reprochan tener un odio hacia los Fujimori así como cuestionan su derecho a opinar por vivir fuera de Perú.
Hernando de Soto, reconocido consultor económico internacional, lo retó a debatir y lo encaró diciéndole "cómo es posible que una persona que se dice liberal apoye un programa a todos luces chavista y aislacionista".
Vargas Llosa había señalado en 2009 que el peor escenario era una segunda vuelta entre estos dos candidatos y lo comparó con elegir entre morir con sida o cáncer. En la primera vuelta Vargas Llosa apoyó al ex presidente Alejandro Toledo.
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