La Comisión Global de Políticas sobre Drogas recomendará dar un nuevo enfoque a la lucha mundial contra los estupefacientes y apostar menos por las políticas de prohibición y más por descriminalizar a los consumidores y regular el uso de algunas sustancias como la marihuana.
Así consta en un informe elaborado por la comisión, integrada por tres expresidentes latinoamericanos y numerosas personalidades de otras partes del mundo, que se presentará mañana en Nueva York.
El exmandatario brasileño Fernando Enrique Cardoso, máximo responsable del grupo de expertos, urge a los Gobiernos nacionales y a la comunidad internacional a reformar las políticas públicas para combatir las drogas, según el documento.
"Demos un primer paso y abordemos las adicciones como un asunto sanitario, reduciendo la demanda a través de iniciativas educativas en vez de criminalizar la marihuana", asegura Cardoso.
La comisión recomienda acabar con la "criminalización", "marginalización" y "estigmatización" de los consumidores que no causan daños a terceros, e impulsar a los Gobiernos a experimentar con modelos de regulación, especialmente en el caso de la marihuana, para minar el poder del crimen organizado.
Los expertos aconsejan también más variedad de tratamientos, desde los basados en metadona y buprenorfina hasta los programas de tratamiento asistido con heroína que, según dicen, están teniendo resultados eficaces en muchos países europeos y Canadá.
Uno de sus miembros, la exmandataria suiza Ruth Dreifuss, destaca los beneficios humanos y sociales de tratar las adicciones como un problema sanitario y no como un asunto criminal, a tenor de las "abrumadoras" evidencias que llegan de Europa y Canadá.
Además, propone reducir la dependencia de los Gobiernos a las políticas de prohibición. "Este enfoque tiene que ser utilizado en el resto del mundo, con los consiguientes cambios en las convenciones internacionales sobre el control de drogas", añadió.
Por su parte, el expresidente colombiano César Gaviria pide no seguir ignorando que la expansión de la violencia, el crimen y la corrupción en América Latina es el resultado de políticas fallidas para luchar contra las drogas.
"Ya es hora de acabar con los tabúes y poner encima de la mesa todas las opciones posibles, incluidas alternativas a la prohibición", afirma en ese documento Gaviria, miembro de la comisión.
Por su parte, el empresario británico Richard Branson insiste en que la guerra contra las drogas es un fracaso porque no se ha reducido el consumo y ha llenado las cárceles, cuesta millones de dólares a los contribuyentes, alienta el crimen organizado y provoca miles de muertos.
"Necesitamos un nuevo enfoque, que quite el poder al crimen organizado y trate a los adictos como pacientes y no como criminales", añade el fundador de Virgin Group, que también forma parte de la comisión.
Branson apuesta así por mecanismos más efectivos y humanos para mitigar el daño que causan las drogas.
"Lo único que no podemos permitirnos es seguir pretendiendo que la guerra contra las drogas está funcionando", señala Branson.
EFE
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