(dpa) - El comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, almirante Edgar Cely, dijo que el estamento castrense está dispuesto a participar en un proceso de paz con la guerrilla en caso de que el presidente Juan Manuel Santos entable negociaciones, según declaraciones conocidas hoy.
Cely señaló que Santos preside un gobierno de “unión” y que por eso descarta que algún día comience a dialogar con la guerrilla sin informar a los militares.
“El presidente tiene una bandera muy importante, que es la unión. Eso nos lleva a tener la absoluta seguridad de que no se dará un paso de esos sin que nosotros estemos enterados del tema. De darse, habría la participación formal de las fuerzas militares, así sea en la discusión del tema”, dijo Cely en declaraciones al diario “El Tiempo”.
“Tenemos una absoluta confianza en el presidente, respaldamos sus políticas de gobierno y esa bandera de la unión nos permite tener esa tranquilidad”, añadió.
Cely respaldó la postura de Santos en el sentido de que existe la voluntad de dialogar con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), pero que este no es el momento aún.
“Él ha sido muy claro al decir: ‘no tiramos la llave al mar. La llave la tenemos nosotros. Esa puerta se abre en el momento en que los bandidos tengan realmente la voluntad y decir vamos a hablar de la paz’. Mientras tanto, ellos tienen que suspender inmediatamente el secuestro, entregar a toda la gente que tienen secuestrada. Y no solamente son los de las fuerzas militares. Tienen a mucha más gente secuestrada”, afirmó.
Según el jefe militar, el comandante de las Farc, alias “Alfonso Cano”, hace planteamientos políticos sin reconocer que ese grupo “está viciado por el narcotráfico, sin ninguna ideología”.
"Trabajamos por la paz, creemos en la paz, pero no a cualquier precio, no al precio de tolerar la violencia y la violación flagrante de los derechos humanos por los grupos ilegales”, dijo hace poco en un acto público.
Asimismo, ha afirmado que “la llave de un posible diálogo no está en el fondo del mar, pero la puerta está cerrada y solamente se va a abrir bajo una serie de condiciones”.
El gobierno afirma que los grupos guerrilleros deben dejar la toma de rehenes como método de lucha, no cometer actos terroristas y cortar sus nexos con el narcotráfico para despejar el camino hacia un eventual proceso de paz.
El más reciente proceso de paz se cumplió durante la administración del presidente Andrés Pastrana (1998-2002) y terminó abruptamente en el fracaso.
En esa ocasión las partes dialogaron en una zona selvática que fue desmilitarizada por el gobierno por exigencia de las Farc, pero Pastrana rompió la negociación con el argumento de que esa región fue usada por los guerrilleros para fortalecerse con el tráfico de drogas y de armas.