El papa Benedicto XVI dispuso que una delegación de la Santa Sede viaje la semana próxima a Damasco para expresar al pueblo sirio la solidaridad de toda la Iglesia Católica, informó hoy el cardenal Tarcisio Bertone.
Bertone hizo el anuncio en el Sínodo de Obispos para la Nueva Evangelización que se celebra en el Vaticano y agregó que la delegación llevará una "oferta personal" de la Santa Sede y otra de los padres sinodales, como se conoce a los prelados que asisten a la Asamblea, en esta ocasión 262 de todo el mundo.
"No podemos ser simples espectadores de una tragedia como la que se está consumando en Siria y algunas de las intervenciones de los padres sinodales (en el Sínodo, que se celebra desde el pasado día 7) lo demuestran", dijo el "número dos" de la Santa Sede.
El purpurado añadió que algunos padres sinodales sugirieron durante sus intervenciones la necesidad de que la asamblea expresara su solidaridad al pueblo sirio, "convencidos de que la solución de la crisis tiene que ser política y pensando en los enormes sufrimientos de la población, de la suerte de los evacuados y del futuro de esa nación".
"El Santo Padre, teniendo en cuenta esos deseos, ha dispuesto que una delegación viaje en los próximos días a Damasco con el objetivo de expresar en su nombre y en el de todos nosotros nuestra fraternal solidaridad a toda la población, con una oferta personal de los padres sinodales y otra de la Santa Sede", dijo.
Bertone expresó la solidaridad con los cristianos que viven en Siria y animó a proseguir "a los que están comprometidos en la búsqueda de un acuerdo respetuoso con los derechos y los deberes de todos, con una particular atención a lo que contempla el derecho humanitario".
De la delegación formarán parte los cardenales Laurent Mosengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa; Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, y Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York.
También Fabio Suescun Mutis, obispo castrense de Colombia; Joseph Nguyen Nang, obispo de Phat Diem; Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados ("ministro de exteriores del Vaticano) y Alberto Ortega, oficial de la Secretaria de Estado.
Tarcisio Bertone señaló que teniendo en cuenta el tiempo necesario para las formalidades necesarias ante las autoridades siria, la delegación partirá la próxima semana.
"Mientras tanto, recemos para que prevalga la razón y la compasión", subrayó.
El Sínodo de Obispos comenzó sus sesiones rezando por Siria y abogando por la paz.
Durante su reciente viaje al Líbano, el pasado mes de septiembre, Benedicto XVI también pidió por la paz en Oriente Medio, en especial por Siria, y por la unidad de los cristianos.
También pidió el cese de la violencia y que se impida la importación de armas, "porque sin la importación de armas la guerra no podría continuar", dijo.
"En vez de importar armas, que es un pecado grave, se deben importar ideas de paz, creatividad, encontrar soluciones", afirmó camino de Beirut el papa Ratzinger.
Bertone hizo el anuncio en el Sínodo de Obispos para la Nueva Evangelización que se celebra en el Vaticano y agregó que la delegación llevará una "oferta personal" de la Santa Sede y otra de los padres sinodales, como se conoce a los prelados que asisten a la Asamblea, en esta ocasión 262 de todo el mundo.
"No podemos ser simples espectadores de una tragedia como la que se está consumando en Siria y algunas de las intervenciones de los padres sinodales (en el Sínodo, que se celebra desde el pasado día 7) lo demuestran", dijo el "número dos" de la Santa Sede.
El purpurado añadió que algunos padres sinodales sugirieron durante sus intervenciones la necesidad de que la asamblea expresara su solidaridad al pueblo sirio, "convencidos de que la solución de la crisis tiene que ser política y pensando en los enormes sufrimientos de la población, de la suerte de los evacuados y del futuro de esa nación".
"El Santo Padre, teniendo en cuenta esos deseos, ha dispuesto que una delegación viaje en los próximos días a Damasco con el objetivo de expresar en su nombre y en el de todos nosotros nuestra fraternal solidaridad a toda la población, con una oferta personal de los padres sinodales y otra de la Santa Sede", dijo.
Bertone expresó la solidaridad con los cristianos que viven en Siria y animó a proseguir "a los que están comprometidos en la búsqueda de un acuerdo respetuoso con los derechos y los deberes de todos, con una particular atención a lo que contempla el derecho humanitario".
De la delegación formarán parte los cardenales Laurent Mosengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa; Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, y Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York.
También Fabio Suescun Mutis, obispo castrense de Colombia; Joseph Nguyen Nang, obispo de Phat Diem; Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados ("ministro de exteriores del Vaticano) y Alberto Ortega, oficial de la Secretaria de Estado.
Tarcisio Bertone señaló que teniendo en cuenta el tiempo necesario para las formalidades necesarias ante las autoridades siria, la delegación partirá la próxima semana.
"Mientras tanto, recemos para que prevalga la razón y la compasión", subrayó.
El Sínodo de Obispos comenzó sus sesiones rezando por Siria y abogando por la paz.
Durante su reciente viaje al Líbano, el pasado mes de septiembre, Benedicto XVI también pidió por la paz en Oriente Medio, en especial por Siria, y por la unidad de los cristianos.
También pidió el cese de la violencia y que se impida la importación de armas, "porque sin la importación de armas la guerra no podría continuar", dijo.
"En vez de importar armas, que es un pecado grave, se deben importar ideas de paz, creatividad, encontrar soluciones", afirmó camino de Beirut el papa Ratzinger.
EFE