EFE) – Los países del grupo Developing-8 (D-8), que acogen la mayoría de la población musulmana del planeta, acordaron hoy en una cumbre en Islamabad impulsar sus relaciones comerciales y forjar una voz común en los foros internacionales.
Los jefes de Estado y representantes gubernamentales de Pakistán, Egipto, Irán, Bangladesh, Turquía, Malasia, Indonesia y Nigeria, países integrantes del D-8, adoptaron una declaración conjunta en favor de “la paz, la democracia y el diálogo”.
El grupo, que celebró su octava cumbre en quince años de existencia, ratificó una carta de principios de funcionamiento que calificó de “punto de inflexión” pues, según un comunicado, “mejorará la interacción” entre los miembros.
“Tenemos que hacer crecer a nuestras economías y proporcionar a nuestros pueblos trabajo y seguridad”, dijo el presidente anfitrión, el paquistaní Asif Alí Zardari, de acuerdo con la agencia estatal APP.
Zardari, que tomó el relevo al frente del D-8 de su homólogo nigeriano, Goodluck Jonathan, resaltó la necesidad de “aumentar la cooperación” dentro del grupo para conseguir objetivos como “la libre circulación de bienes, gente y finanzas”.
Bangladesh y Malasia, por su parte, enviaron a la reunión a representantes de menor rango, y Egipto, que había anunciado que su presidente, Mohamed Mursi, acudiría a Islamabad durante o después de la cumbre, confirmó a última hora que ello no sería finalmente posible.Sus palabras fueron escuchadas por el propio Jonathan y los jefes de Estado de Irán, Mahmud Ahmadineyad, e Indonesia, Sushilo Bambang, así como por el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
Pese a estas ausencias, los mandatarios presentesabogaron por unir esfuerzos para “afrontar desafíos globales” como crisis económicas o situaciones de inseguridad alimentaria y energética, y por “cambiar la arquitectura de órganos de gobierno global” hacia una perspectiva cercana “a los países en vías de desarrollo”.
Seis de los Estados miembros del D-8 (todos a excepción de Egipto y Bangladesh) firmaron un acuerdo preferencial de comercio dentro del grupo y otros pactos para facilitar la concesión de visados de negocio y reducir las trabas aduaneras.
Los dirigentes también abordaron la situación en Siria, y la escalada de la violencia en Gaza tras la ofensiva militar israelí, condenada de antemano por varios de los participantes, aunque el grupo no emitió ningún documento conjunto al respecto.
La cumbre, celebrada en el palacio presidencial de la capital paquistaní, ha estado rodeada de fuertes medidas de seguridad que han paralizado importantes secciones de una ciudad pequeña como Islamabad.
El evento arrancó además marcado por la sangrienta jornada del día anterior en el país asiático, en la que más de una treintena de personas fallecieron víctimas de tres atentados terroristas.