La leyenda de "Diente Maldito", la última historia nipona de fantasmas, llegó hoy a Japón de la mano de un libro, una serie de televisión y una "casa del terror", ubicada en el centro de Tokio.
"Normalmente las historias de terror en Japón se publican en televisión, cine o en libros, pero esta vez quería llevarlo más allá y crear una atracción que permitiera a la gente vivirla y completar la historia", detalló a Efe el creador de este proyecto, Hirofumi Gomi.
El escritor y productor japonés, que reconoció su predilección por el cine de terror español, narra en este proyecto "Diente Maldito" la historia de una mujer, Mitsu, poseída y asesinada por fantasmas, y de cómo la maldición, visible por manifestarse a través de un diente negro, pasa de generación en generación.
"Se trata de una historia original que bebe de algunas fuentes de terror clásico, como Drácula o el Hombre Lobo", explicó su responsable, que para aumentar la intensidad de esta historia de fantasmas, lanzó al mercado el pasado 12 de julio la novela "El diente poseído".
Además, los organizadores presentaron hoy los otros dos proyectos de Gomi, la serie de televisión "El hospital del espíritu maligno", que se emite desde hoy en la cadena nipona TBS, y la casa del terror "Diente maldito", ubicada en un parque de atracciones del centro de Tokio.
"Son tres historias distintas que se conectan y sirven para contar la maldición de Mitsu", explicó el productor.
Previo pago de una entrada de 800 yenes (unos 6 euros o 7,8 dólares), los visitantes viven la pesadilla creada por Gomi al recorrer una casa tradicional japonesa, con puertas de papel y correderas, poseída por los demonios.
Gritos, muñecos, juegos de luces y la pericia de los actores ponen el resto y quitan el aliento a los intrépidos visitantes, que abandonan la atracción entre risas nerviosas.
"Definitivamente la atracción está hecha para dar mucho miedo", asegura convencido el productor nipón.
Con la llegada del verano, en Japón se multiplican las visitas a las "obake yashiki" ("casas del terror"), al ser lugares que provocan escalofríos, una sensación que en la cultura nipona es sinónimo de remedio contra el calor.
Durante estos meses, sobre todo hasta mediados de agosto, en diversas partes del país se celebra el Obon, la festividad de los muertos, en la que las familias se juntan para contar historias de fantasmas y rendir homenajes a sus antepasados.
EFE