Las encuestas de opinión pública marcan un crecimiento sostenido de la preocupación por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, coincidieron los directores de tres consultoras de análisis político y opinión consultados por Clarín: Fabián Perechodnik (Poliarquía), Rosendo Fraga (Nueva Mayoría) y Mariel Fornori (Managment & Fit).
“En la coyuntura, el tema más importante que debe enfrentar el Gobierno es el de las expectativas inflacionarias, el aumento de precios y las negociaciones paritarias”, señala Perechodnik. Y agrega que “En este contexto la Presidenta continúa con la caída de sus niveles de aprobación, tanto en términos de imagen como de aprobación de su gestión”.
El nuevo Indice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCNu) que blanqueó el ministro Axel Kicillof hace una semana podría resultar un primer paso para recuperar la imagen, coinciden los analistas de opinión. “Pero hay que ver cómo se comporta de acá en más ese índice que tiene un historial de descrédito por los años que sostuvieron la inflación del INDEC y éste es el mayor problema: la pérdida de credibilidad que el Gobierno tiene ante la sociedad, también generada por las marchas y contramarchas de un gabinete con expuestas internas”, declaró Fornori. Además, agregó que “por las dificultades económicas, la aprobación del Gobierno por parte de la sociedad se encuentra en paulatino descenso”.
Los analistas insisten en que el desafío por delante será la resolución de las paritarias y consensuar con los gremios una discusión salarial “razonable”, como solicita el Gobierno. Y que las expectativas inflacionarias son conducidas por dos opiniones mayoritarias que aparecen en los sondeos de opinión que hacen las tres consultoras: la economía está mal gestionada y la inflación en 2014 será superior a la de 2013.
“Si el Gobierno modera las paritarias, tal vez garantizando que no va a haber despidos masivos, habrá dado un paso importante para mejorar el clima económico, ganar tiempo en su lucha contra el aumento de precios y recuperar parte de la iniciativa política perdida en el último tiempo”, señaló Perechodnik. Por su parte, Fornoni y Fraga creen que marzo será un mes de conflictividad social y de tensión por la puja salarial. El miedo es que esto “realimente la inflación”.
“La Argentina está viviendo el mayor proceso inflacionario en un cuarto de siglo y ello siempre tiene fuertes efectos sociales y éstos, a su vez, consecuencias políticas”, analizó Fraga.
En este contexto, la confianza que genera el Gobierno y su equipo económico será crucial. Las estimaciones privadas más pesimistas hablan de una inflación anual por encima de 40%, y las más optimistas en 31%.
Por su parte, los economistas remarcan que el dólar a $8 no resistirá todo el año y que se podría finalizar este 2014 con un valor que rondará los $10. Eso tiene un riesgo y es que en el trayecto haya pérdida de la competividad y eso conduzca a otra devaluación en el segundo semestre. “Creemos que no es lo que el Gobierno busca, va a contener todo tipo de ajuste incluso previo a las paritarias, pero la inflación es el principal problema a atender y que por años el gobierno no admitió”, explicó a Clarín el economista Matías Carugati de Managment & Fit.
Para Fausto Spotorno, de Orlando Ferreres, “la debilidad política provoca una baja credibilidad en las medidas económicas. Esto es lo que reduce su impacto”.
EL CLARIN