El enviado de la ONU para Iraq advirtió este jueves del deterioro grave de la situación en Fallujah y llamó a todos los actores políticos a mostrar compromiso y unidad para aliviar a la población civil de la violencia.
Nickolay Mladenov indicó que más de 63.000 familias han debido desplazarse en la provincia de Anbar desde que comenzaron los enfrentamientos y que carecen de bienes básicos como agua y alimentos, además de padecer falta de acceso a la higiene y los servicios de salud.
Mladenov señaló que varias agencias de la ONU, entre ellas UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) asisten desde principios de enero al gobierno iraquí en una operación de respuesta a la crisis.
El enviado urgió a las partes a permitir el acceso de los suministros humanitarios, especialmente a la ciudad de Fallujah, donde se reportan hostilidades continúas y los residentes están aislados.
Subrayó la necesidad de encontrar una solución política que permita que todos los iraquíes se unan contra el terrorismo y reconstruyan el país. ONU
