Nota de Prensa).- Con cantos ancestrales del pueblo de Irán en la voz del grupo Deylaman, se conmemoraron los 35 años de la Revolución Islámica en la sede de la Cancillería venezolana, en una actividad que se realizó dentro del programa Casa Amarilla, Cultura para la Paz y la Integración.
El público disfrutó de los ritmos ancestrales con un repertorio que incluyó piezas ancestrales y además, degustaron comidas autóctonas como Kabab, shawarma y otros dulces típicos.
El ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Elías Jaua, calificó el encuentro cultural como un testimonio de paz -en medio de una arremetida de la violencia fascista contra el pueblo venezolano- y resaltó que la relación de amistad y de cooperación con el país persa, es otro legado del Comandante Supremo, Hugo Chávez.
“Gracias a nuestro Gigante, tenemos alianza con Irán; ese Comandante que nunca se dejó chantajear por nadie y que supo debelar las mentiras de los imperios”, asimismo, resaltó que muchos de los lácteos que se venden en los Abastos Bicentenario, tractores y carros, fueron hechos con la cooperación tecnológica de la nación árabe.
El embajador de Irán en la República Bolivariana, Hojattolah Soltani, agradeció a los funcionarios de la Asociación Civil Casa Amarilla (Asoca), por haber permitido que se mostrara parte del folklore árabe y aseguró que su país está “muy orgullosos que Venezuela e Irán puedan seguir uniéndose a través de la cultura”.
Por último, el Jefe de la Misión Diplomática destacó que los negociantes venezolanos “son uno de los más duros en el mundo porque cuando tu conversas con ellos, pueden asegurar que el contrato que vas a firmar va a servir a su pueblo.
