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jueves, 20 de marzo de 2014

Conferencia de OEA destaca el rol del movimiento cooperativista para promover el desarrollo económico y la inclusión social





La Organización de los Estados Americanos (OEA) celebró hoy la conferencia “Las cooperativas en las Américas: Impulsando el crecimiento económico con equidad e inclusión”, en la que se analizó el rol protagónico que tiene el movimiento cooperativista en el hemisferio como promotor del desarrollo económico con inclusión social.
El Secretario General Adjunto de la OEA, Albert Ramdin, afirmó los valores comunes que comparten el movimiento cooperativista y el Sistema Interamericano al inaugurar el evento en el Salón de las Américas de la sede de la OEA en Washington, DC. “El camino hacia el desarrollo sostenible e inclusivo requiere del esfuerzo conjunto de muchos actores. Es necesaria una fuerte inversión de parte de los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado para la creación de asociaciones eficaces que obtengan la mayor de las fortalezas únicas de cada sector. Y el movimiento cooperativo debe ser un socio privilegiado en este esfuerzo, porque comparte muchos de los valores que forman la base de nuestro Sistema Interamericano”, dijo el embajador Ramdin.
El Secretario General Adjunto de la OEA indicó que la base del movimiento cooperativo a nivel mundial supera los mil millones de personas, y destacó su papel en la economía global. “Las cooperativas proporcionan 100 millones de empleos en todo el mundo. La actividad económica de las principales 300 cooperativas en el mundo tiene el mismo valor que la décima economía mundial”, indicó.
En otro momento de su discurso, el Secretario General Adjunto de la OEA recordó que las contribuciones al desarrollo socio-económico del movimiento cooperativo han sido reconocidas por la Asamblea General de Naciones Unidas, que declaró 2012 como el Año Internacional de las Cooperativas. En la misma línea, recordó que en la Cumbre de las Américas, que se realizó ese mismo año en Cartagena de Indias, Colombia, los Jefes de Estado y de Gobierno de los países del continente acordaron “promover el crecimiento económico con equidad e inclusión social, mediante el fortalecimiento de las cooperativas y las micro, pequeñas y medianas empresas”.
Por su parte, la Representante Permanente de Estados Unidos ante la OEA, Carmen Lomellin, también destacó el importante rol que tienen las cooperativas como motor de las economías de mayor y menor escala. “Tienen un papel fundamental que desempeñar al contribuir de manera importante a las economías de los países desarrollados, en desarrollo y en transición”, dijo. La diplomática estadounidense afirmó que, a la hora de planificar el desarrollo, “las cooperativas son grandes ejemplos de instituciones locales eficaces, con una capacidad subutilizada de contribuir a los ingresos, al empleo, y a la mejora de la calidad de la vida de sus miembros”.
La Embajadora Lomellin recordó que el movimiento cooperativista ha sido clave en el desarrollo de la economía estadounidense durante los últimos casi cien años. “A fines de la Segunda Guerra Mundial, la Liga de Cooperativas de los Estados Unidos (CLUSA por sus siglas en inglés) proporcionó apoyo financiero y de recursos humanos para ayudar a reconstruir el movimiento cooperativo italiano. Y durante la década de 1950, la Asociación Nacional de Cooperativas de Crédito (CUNA) puso sus propios recursos para la promoción y organización de cooperativas de crédito en América Latina. A principios de la década de 1960, otros gremios formaron grupos cooperativos organizaciones de desarrollo (CDO) para que su experiencia estuviese a disposición del mundo en desarrollo”, relató.
La Representante Permanente de Estados Unidos ante la OEA manifestó que su gobierno continúa apoyando al movimiento cooperativista tanto a nivel nacional como mundial, y resaltó que su país es el primer donante en la materia para iniciativas en todo el planeta. “En la actualidad, el apoyo del gobierno de Estados Unidos para el desarrollo cooperativo se encuentra en primer lugar del mundo entre los programas de los donantes bilaterales”, indicó, y agregó que también existe un gran número de partes interesadas en estos proyectos en el sector privado estadounidense, como las organizaciones voluntarias privadas, organizaciones no gubernamentales y otros actores privado que impulsan el desarrollo cooperativo.
El Director Regional de las Cooperativas de las Américas, Manuel Mariño, centró su intervención en el estado actual del movimiento en el Hemisferio, y manifestó su interés en que la OEA, a través de sus Países Miembros, profundice su trabajo con el movimiento cooperativo de las Américas para fomentar el desarrollo inclusivo del continente. “Necesitamos y consideramos que es sumamente importante la colaboración y el conocimiento entre ambas organizaciones”, dijo.
Mariño informó que el movimiento cooperativo en las Américas agrupa a cerca de “42.000 cooperativas de base” con alrededor de 242 millones de afiliados, lo que genera “más de 350.000 empleos” en la región.
El Director Regional de las Cooperativas de las Américas señaló que, si bien en la América precolombina ya existían formas de cooperación, la cooperación en el sentido moderno tiene cuatro tendencias. La primera llegó con los inmigrantes europeos que se establecieron sobre todo en el Cono Sur, que empezaron las cooperativas; también desempeñó un papel muy importante la Iglesia Católica en el sector de ahorro y crédito y en la zona andina, México y en Centroamérica”. En tercer lugar, Mariño mencionó el papel desempeñado por la Alianza para el Progreso que creó el presidente estadounidense John F. Kennedy para fomentar el desarrollo económico y social del Hemisferio Occidental; y en cuarto lugar señaló a los gobiernos nacionales que en algunos países fomentaron el movimiento cooperativo, fomentando cooperativas agrarias, de comercio y de vivienda.
La conferencia, de un día de duración, incluyó tres paneles para debatir los temas “¿Cómo las cooperativas están logrando el crecimiento e inclusión social?”; “Barreras y oportunidades para el crecimiento de las cooperativas en las Américas”; y “Colaboración y comercio entre cooperativas”. La Secretaria Ejecutiva para el Desarrollo Integral de la OEA, Sherry Tross, fue la encargada de inaugurar el evento. La Secretaria Ejecutiva Tross dijo que uno de los desafíos principales de las Américas es reducir la inequidad, y agregó que el movimiento cooperativista tiene un papel destacado a cumplir para alcanzar esta meta, porque “las cooperativas han encontrado caminos innovadores para competir en la economía global”. La reducción de las desigualdades, afirmó, forman parte de la promoción de la democracia, uno de los pilares de la Organización.

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