EFE).- La secretaria de Estado adjunta de Estados Unidos para Latinoamérica, Roberta Jacobson, afirmó en una entrevista que su país espera no tener que imponer sanciones a Venezuela si esta nación no avanza en diálogos con la oposición para resolver la crisis.
“No podemos saber lo que ocurrirá en el futuro ni excluir nada. Eso sería ingenuo. No sé qué va a ocurrir en Venezuela o cuál será nuestra respuesta. Obviamente, sanciones son un instrumento duro. Esperamos no llegar al punto de adoptar sanciones contra Venezuela“, afirmó Jacobson en una entrevista publicada hoy por el diario brasileño O Estado de Sao Paulo.
Jacobson, que concluyó la víspera una visita a Brasil para inaugurar centros de fomento al intercambio de estudiantes, aseguró que el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, no amenazó a Venezuela con sanciones sino que advirtió que esa medida no puede ser excluida si el Gobierno no avanza en un diálogo con la oposición.
Desde que el 12 de febrero una marcha en Caracas terminó en incidentes que dejaron tres muertos, Venezuela ha sido escenario de manifestaciones diarias contra el Gobierno, algunas pacíficas y otras con finales violentos, que dejan hasta ahora un saldo de 31 fallecidos y más de 400 heridos, según datos oficiales.“Lo que el secretario dijo es que nada puede ser descartado. Eso no significa que necesariamente pondremos en marcha la idea de sanciones“, aseguró la funcionaria, que hoy prosiguió para una visita a Paraguay.
Por otra parte, la funcionaria estadounidense agregó que, así como el presidente Nicolás Maduro, EE UU también está interesado en mejorar su relación bilateral y en concentrarse de nuevo en la cooperación.
“Pero eso es muy difícil, francamente. Nuestros diplomáticos están siendo expulsados del país por motivos que rechazamos totalmente. Algunos días después, el presidente Maduro dijo que le gustaría nombrar un nuevo embajador en Estados Unidos. Es un poco difícil, a veces, seguir las señales venezolanas”, dijo.
“La acusación es muy insultante para con la oposición venezolana, que es capaz de tomar sus propias decisiones. Nosotros hablamos con todos. Ese es el papel de los diplomáticos”, afirmó.La subsecretaria aseguró que Estados Unidos siempre ha tenido contacto con la oposición en Venezuela, así como continúa teniendo contactos con el Gobierno, pero que rechaza la acusación de que Washington esté manipulando las protestas en la nación suramericana.
Jacobson dijo que la última resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre las protestas en Venezuela no tiene el lenguaje que Estados Unidos esperaba, pero sí varios de los puntos defendidos por Washington, como el respeto a los principios democráticos y a los Derechos Humanos y la defensa de un verdadero diálogo con la oposición.
Agregó que, pese a la decisión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) de ofrecerse como mediador, la situación en Venezuela está tan polarizada, que hasta el momento las dos partes no se han sentado a conversar.
La secretaria dijo que son las partes las que tienen que decidir cuál es la mejor mediación, ya que eso no le corresponde ni a Estados Unidos ni a la Unasur.“Ellos necesitan ayuda. La Unasur reconoció el hecho de que alguna ayuda es necesaria. Es bueno que la Unasur busque ese papel. Y, si eso lleva a la mesa al Gobierno, la oposición, los estudiantes y la sociedad civil, será fantástico”, dijo.
“Si la Unasur une a todos los actores para abrir esa negociación, será excelente. Y si no es la Unasur, también es excelente. Pero está claro que para traer a las dos partes a la mesa, tiene que ser alguien en que los dos lados confíen. Creo que aún estamos intentando descubrir quién puede ser”, dijo.
La funcionaria descartó que el protagonismo asumido por la Unasur haya debilitado a la OEA, que describió como una institución con 50 años de la que son miembros todos los países de la región (con excepción de Cuba) y que cuenta con organismos y procesos transparentes.
Descartó que la Unasur o que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) amenacen a la OEA, ya que tienen papeles diferentes, indicó.
“La Unasur ha sido muy importante, ha expandido sus debates más allá de la política y ha tenido un impacto muy fuerte en la integración de Suramérica, lo que no me parece malo. La Celac aún es bastante joven. En mi opinión, es un importante foro político para los líderes de la región y no hay nada de malo en eso”, afirmó.