Más de 40 organizaciones sociales y políticas chilenas anunciaron hoy la convocatoria para el próximo sábado de la "Marcha de todas las marchas", la primera que se celebra desde que asumió el nuevo gobierno de Michelle Bachelet.
En el variado conjunto de demandas de los manifestantes destaca la convocatoria de una Asamblea Constituyente y una educación gratuita y de calidad.
Paradójicamente las organizaciones estudiantiles, movilizadas desde el 2011 tras este último objetivo, no secundan la "Marcha de las Marchas", aunque han dejado a sus asociados la libertad de decidir si participan o no.
Ecologistas, homosexuales, mujeres, indígenas, inmigrantes, trabajadores, ateos y discapacitados son algunos de los grupos sociales que participarán en la manifestación por el centro de Santiago.
Para Rolando Jiménez, presidente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), la manifestación será "un salto cualitativo en la organización de la sociedad civil", pues se ha organizado "sin la tutela de los partidos políticos, que muchas veces terminan traicionando las demandas de los movimientos sociales".
Desde el Consejo de Defensa de la Patagonia, su secretario, Patricio Rodríguez, dijo al diario La Tercera que la movilización "no es contra el gobierno, sino que busca levantar una propuesta común entre todos los actores sociales para construir una asamblea constituyente".
Los ateos, convocados por el director de la Fundación Sociedad de Ateos, Anuar Rabi, el sacerdote jesuita Antonio Delfau y el sociólogo y experto en sectas Humberto Lagos, participarán en el recorrido para promover una Constitución "que convierta a Chile en un estado laico".
"Quienes dicen que el laicismo se presenta como una imposición a la libre aparición y ejercicio de otro tipo de concepciones de la vida y del universo están equivocados. Que el Estado sea laico significa que el Estado no profesa religión alguna. No así la ciudadanía. ellos tienen la libertad de pensar, sentir, y expresar la religión que quieran", expresó Lagos.
Los ateos demandan que se termine la costumbre de abrir las sesiones del Parlamento "en nombre de Dios" o que las autoridades dejen de asistir como representantes del Estado a ceremonias religiosas como el Tedéum de las Fiestas Patrias.
También que se elimine una capilla existente en el Palacio de la Moneda, donde además hay un capellán católico, otro evangélico y otro judío, cuya salida también demandan.
Otras demandas que se oirán el sábado en el centro de Santiago son: la autodeterminación de los pueblos indígenas, los derechos de los inmigrantes, buen trato a los animales, nueva política de drogas, por un Chile sin transgénicos, por los derechos de los artistas chilenos, por una justa paz y la no violencia.