El universo medieval de "Juego de tronos" augura una nueva dosis de intrigas políticas, sexo y violencia explícita en la cuarta temporada de la serie, que se estrena en España el 7 de abril.
La nueva entrega de la ficción televisiva basada en la saga literaria "Canción de hielo y fuego", del estadounidense George R.R. Martin, pondrá sobre el tablero a nuevos personajes que se sumarán a una intrincada red de traiciones y lealtades para hacerse con el poder en un mundo despiadado.
La serie ha reclutado a millones de adeptos en todo el mundo gracias a una trama repleta de giros imprevistos, en la que ningún protagonista está a salvo de una muerte cruel y repentina.
"Espera lo inesperado, así es como funciona la narrativa en esta serie", comentó durante una charla con periodistas en Londres la actriz inglesa Gwendoline Christie, que da vida en la pantalla a la guerrera Brienne de Tarth.
El danés Nikolaj Coster-Waldau, quien interpreta a un caballero inmerso en una relación incestuosa con su hermana, adelantó por su parte que algunos personajes evolucionarán de forma "sorprendente" en la nueva temporada.
La cuarta entrega de la serie reproduce con cierta fidelidad la parte final del tercer volumen de "Canción de hielo y fuego", si bien toma elementos de otros libros de la saga.
A pesar de que los aficionados a "Juego de tronos" pueden conocer qué depara el futuro en el universo fantástico de la serie a través de los libros de Martin, la factoría estadounidense HBO mantiene sus guiones en un riguroso secreto.
Los actores del elenco están especialmente pendientes de no revelar detalle alguno antes del estreno, el 6 de abril en Estados Unidos.
"No sé si puedo hablar de eso", duda la holandesa Carice Van Houten al ser preguntada sobre los cambios que sufrirá su personaje, Melisandre.
"Lo que sí podemos decir es que los clímax van a llegar rápido, incluso antes que en otras temporadas", apunta a su lado el irlandés Liam Cunningham (Davos Seaworth), que charla sobre su papel de rudo guerrero en la serie con un discurso plagado de palabras malsonantes.
La mayoría de los actores reconocen que han leído los libros de Martin y aseguran que los personajes que interpretan se parecen, aunque no son idénticos, a los que ha elaborado el escritor estadounidense.
"Aunque los aficionados hayan leído los libros, no pueden saber exactamente qué ocurrirá en la cuarta temporada. Los protagonistas cambian todo el tiempo. Hay algunos que en la tercera temporada eran malvados y ahora quizás les veremos de otra forma", sostuvo Sibel Kekilli (Shae en la ficción).
La actriz alemana relató además algunas particularidades del rodaje de una serie de alto presupuesto: "Tenemos todas las facilidades -señaló-. En ocasiones he tomado un vuelo a Londres solo para probarme un vestido o para ver cómo me sienta un peinado".
Ese despliegue de medios permite dar un aspecto cinematográfico a una ficción que no ahorra en efectos especiales.
"Recuerdo cortar a un hombre por la mitad y empujar la parte de arriba de su cuerpo. Eso fue estupendo", comentó el escocés Rory McCann (Sandor Clegane) cuando fue cuestionado sobre sus escenas favoritas de una serie con innumerables pasajes truculentos.
"¿Demasiada violencia? Se tomó la decisión de que fuera así. Personalmente, no tengo ningún problema con ello, aunque hay gente con diferentes sensibilidades. No se puede negar, es un 'show' violento, es obvio desde el primer episodio", afirmó Aidan Gillen (Petyr Baelish).
Tampoco los más jóvenes del reparto muestran reparos con la crudeza de la serie: "Cuando empecé, cumplí el sueño de cualquier niño. Subirme a torres, sacarme fotos con cabezas cortadas", bromeó el inglés Isaac Hemstead-Wright, que empezó a actuar en la serie con once años.
Para el joven actor, el éxito de "Juego de tronos" se basa en parte en que ofrece al público una forma de "escapismo".
"Te permite explorar desde la distancia cómo sería ser un asesino, matar, ese tipo de cosas", señaló Hempstead-Wright, que auguró que la cuarta temporada deparará aún más "acción" que la tercera. EFE