Los amigos tienen un parecido genético como si fueran primos de cuarto grado, según revela un estudio realizado por la Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos (EE.UU.).
La investigación que tomó como muestra a un grupo de 1.932 individuos y examinó a cerca de un millón y medio de marcadores genéticos, llegó a la conclusión de que “compartimos casi un 1% de genes con nuestros amigos”.
Además, los genes que tenemos en común con la mayoría de nuestro círculo social son también los que evolucionan más rápidamente, en comparación con los demás genes, afirman los científicos.
El descubrimiento también pone de manifiesto que los amigos influyen en nuestra salud.
"No es solo cuestión de los microbios que tenemos dentro, sino también de las personas que nos rodean. La salud no depende únicamente de nuestra propia constitución genética, sino también de la de nuestros amigos", explicó el coautor del trabajo, Nicholas Christakis, profesor de sociología, biología, evolución y medicina en la Universidad de Yale.
Según recoge RT.com, el estudio concluyó que también elegimos amigos que tienden a ser diferentes a nosotros desde el punto de vista inmunológico, lo que nos puede ofrecer protección inmunológica adicional.
La investigación que tomó como muestra a un grupo de 1.932 individuos y examinó a cerca de un millón y medio de marcadores genéticos, llegó a la conclusión de que “compartimos casi un 1% de genes con nuestros amigos”.
Además, los genes que tenemos en común con la mayoría de nuestro círculo social son también los que evolucionan más rápidamente, en comparación con los demás genes, afirman los científicos.
El descubrimiento también pone de manifiesto que los amigos influyen en nuestra salud.
"No es solo cuestión de los microbios que tenemos dentro, sino también de las personas que nos rodean. La salud no depende únicamente de nuestra propia constitución genética, sino también de la de nuestros amigos", explicó el coautor del trabajo, Nicholas Christakis, profesor de sociología, biología, evolución y medicina en la Universidad de Yale.
Según recoge RT.com, el estudio concluyó que también elegimos amigos que tienden a ser diferentes a nosotros desde el punto de vista inmunológico, lo que nos puede ofrecer protección inmunológica adicional.
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