La gerente de Control de Administración de la Contraloría, Elsa Marchinaris, afirmó que el despido de Julio Sifuentes de la jefatura del Órgano de Control Institucional de la Caja Municipal de Crédito Popular de Lima (Caja Metropolitana) no interferirá con el proceso de auditoría que se realiza a esa entidad financiera.
"Es importante destacar que la medida disciplinaria (a Sifuentes) no interfiere en lo absoluto con el examen especial a la Caja Metropolitana que la Contraloría viene completando", dijo a RPP Noticias.
En ese sentido, indicó que el informe presentado por el exfuncionario, en el que se revelan irregularidades al interior de la caja municipal, sigue su curso regular en Contraloría.
Marchinaris, reiteró que la sanción a Sifuentes se debió a que vulneró el principio de reserva respecto a las actividades que se le encomendaron y no a un desacuerdo de la alta dirección de Contraloría con su informe. Indicó que además asistió a la citación de la Comisión de Fiscalización del Congreso sin autorización.
"La Contraloría no cuestiona la motivación de su presencia (en el Congreso), sino que esta no contó con la autorización de este organismo superior de control. Es más, el en su alocución en el Congreso, obviamente dio y reveló una serie de información reservada y emitió opiniones contrarias a la imagen y buen nombre de la institución", sostuvo.
Finalmente, ratificó el compromiso del máximo ente de control con la lucha frontal contra la corrupción. "(La Contraloría) garantiza a la ciudadanía una línea de acción autónoma, técnica, independiente e imparcial", manifestó.
"Es importante destacar que la medida disciplinaria (a Sifuentes) no interfiere en lo absoluto con el examen especial a la Caja Metropolitana que la Contraloría viene completando", dijo a RPP Noticias.
En ese sentido, indicó que el informe presentado por el exfuncionario, en el que se revelan irregularidades al interior de la caja municipal, sigue su curso regular en Contraloría.
Marchinaris, reiteró que la sanción a Sifuentes se debió a que vulneró el principio de reserva respecto a las actividades que se le encomendaron y no a un desacuerdo de la alta dirección de Contraloría con su informe. Indicó que además asistió a la citación de la Comisión de Fiscalización del Congreso sin autorización.
"La Contraloría no cuestiona la motivación de su presencia (en el Congreso), sino que esta no contó con la autorización de este organismo superior de control. Es más, el en su alocución en el Congreso, obviamente dio y reveló una serie de información reservada y emitió opiniones contrarias a la imagen y buen nombre de la institución", sostuvo.
Finalmente, ratificó el compromiso del máximo ente de control con la lucha frontal contra la corrupción. "(La Contraloría) garantiza a la ciudadanía una línea de acción autónoma, técnica, independiente e imparcial", manifestó.