Irak no sufre una guerra sectaria, sino que es víctima del ataque de una organización internacional, el Estado Islámico (EI), que representa un verdadero peligro para toda la Humanidad, aseguró este viernes en una entrevista a Efe el embajador iraquí en España, Wadee Al Batti.
"Nosotros no sufrimos un enfrentamiento sectario (entre chiies y suníes), sino que afrontamos un ataque de una organización que trabaja y se financia a nivel internacional y tiene miembros que proceden de muchos países", precisó Al Batti.
El diplomático se refirió al EI, que ha declarado un califato independiente en varias regiones de Siria e Irak, como un grupo "terrorista" que "comete atrocidades" y ha encontrado el rechazo unánime de la comunidad internacional.
En sus filas "se habla checheno, iraquí o inglés y se ha demostrado que sus miembros proceden de países como Australia, Alemania, el Líbano o Estados Unidos", lo que demuestra la "globalidad" de este fenómeno, subrayó.
El Estado Islámico es ahora un problema para Irak o para Siria, pero "si no lo frenamos, lo llegará a ser para Estados Unidos, el Reino Unido o España", lo que justifica que el mundo se "coordine para pararlos", destacó el embajador
Para el diplomático, la ayuda internacional es imprescindible para derrotar a estos yihadistas que "matan a turcomanos, cristianos, chiíes, yazadíes o cualquier persona a la que consideren infiel porque no abraza sus ideas", observó.
"Todos los países nos piden que logremos una victoria sobre el yihadismo, porque representa un peligro mundial y atenta contra los derechos de todos los ciudadanos del mundo, pero para ello, necesitamos asistencia", reclamó.
El diplomático recordó que el movimiento se gestó entre los grupos radicales infiltrados en "las protestas en Siria contra el régimen de Bachar al Asad" y que la respuesta para atajar este movimiento "fue lenta" desde el exterior.
El EI aprovechó además "la debilidad" de la recién instaurada democracia en Irak para extender sus actividades al país vecino, hasta el punto de haber logrado el control de Mosul, la segunda ciudad del país, "lo que ha supuesto un golpe desmoralizador para los iraquíes", añadió.
En opinión del embajador, el rápido avance de los yihadistas también se debió a una serie de "errores catastróficos" de algunos responsables militares iraquíes que actualmente son investigados.
"Se produjeron algunos errores que podemos calificar de desequilibrios en el tema de seguridad. Algunos dirigentes de los servicios de seguridad y del Ejército tenían la responsabilidad de defender ciudades como Mosul y no lo hicieron", lamentó.
Para el diplomático, la lucha contra el yihadismo debe hacerse en dos planos: el político, a través de la consolidación de las instituciones y la democracia en el país, y el militar, con la colaboración de las fuerzas iraquíes y los "peshmergas", el Ejército creado por la región autónoma del Kurdistán iraquí.
Al Batti resaltó además la colaboración militar que ha obtenido Bagdad del gobierno estadounidense para hacer retroceder al EI y pidió que se refuerce esta colaboración e implique a más países.
"Estamos convencidos de que el EI es un fenómeno temporal y será derrotado, porque no va a conseguir ser aceptado por muchas razones, entre ellas, su ideología extremista y las atrocidades que están cometiendo" y que amenazan la estabilidad mundial, reiteró.
El embajador también se refirió al papel de los kurdos y su ejército en esta crisis y aseguró que el conflicto, en lugar de distanciarles, les "ha unido" porque "todos están más preocupados de que Irak se mantenga unida y de que un país fuerte" puede hacer mejor frente a los que lo atacan.
EFE