La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) pidió este miércoles contribuir con 30 millones de dólares para un nuevo programa de asistencia a 90.000 familias afectadas por el ébola en Guinea, Liberia y Sierra Leona.
El suministro de alimentos en esos hogares se ve amenazado por el impacto perjudicial que el brote de la enfermedad tiene en las economías rurales, la agricultura y los mercados.
Juan Lubroth, es jefe del servicio veterinario de la FAO:
"Esa tragedia se ha extendido a toda la sociedad. Hay niños que quedaron huérfanos. Las personas que trabajaban en los campos, ya no pueden hacerlo. Los que transportaban los productos, ya no pueden hacerlo. Por eso, el impacto de esta crisis de salud va más allá de la salud, está afectando la base de la sociedad", detalló Lubroth.
El programa de 12 meses de duración tiene como uno de sus objetivos impulsar los ingresos y la producción agrícola para salvaguardar los medios de vida.
Otro aspecto de esa crisis guarda relación con el contagio reciente de una enfermera española que cuidaba de pacientes con ébola que fueron tratados en Madrid.
En ese sentido, la directora regional de la OMS para Europa, Zsuzsanna Jakab, subrayó que la aparición de casos esporádicos en esa región es inevitable debido a los viajes entre Europa y los países afectados.
No obstante, el riesgo de que la enfermedad se disemine en ese continente es extremadamente bajo y prevenible, ya que los países europeos están entre los más preparados para responder a esa enfermedad.
Jakab especificó que los trabajadores de la salud corren el mayor peligro de contaminación accidental e instó a mitigar esa amenaza poniendo en marcha estrictas medidas de protección.