Jesús Terciado, presidente de Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) y vicepresidente de la CEOE, cobró de empresas a las que contrataba la patronal de Castilla y León cuando él la presidía, según documentación a la que ha tenido acceso este diario. La patronal autonómica, Cecale, adjudicó una jornada a un socio de Terciado por 25.074 euros y este facturó a su socio 5.762 euros (equivalente al 22,9%). La patronal también dio trabajos al grupo Tecopy por 1,63 millones en cinco años. Terciado recibió 178.440 euros de Tecopy (el 10,9%) entre 2008 y 2010. Este afirma que facturó por trabajos profesionales como estudios “sobre el sector agropecuario en Brasil y Perú”, pero no los enseña: “Son privados. Se los daré a un juez si
me lo pide”, dice.
En febrero de 2010, la patronal de Castilla y León (Cecale) creó su Consejo Empresarial. La empresa Fragua Gestión de Proyectos organizó el evento, en el que se reunieron representantes de las principales compañías de la comunidad. Era uno de los proyectos de Terciado, un ingeniero técnico agrícola empresario de gasolineras en Ávila que llevaba en el cargo desde 2006. Fragua cobró de Cecale 25.074 euros por el llamado “proyecto de internacionalización y cinturón de empresas”.
Bengoechea ha declinado hablar con este diario. Terciado niega que cobrara una prestación por adjudicar a su socio y amigo el evento. “Yo no tenía competencia en contratación dentro de la organización empresarial”, responde molesto en un pequeño despacho en el edificio de la CEOE, de la que es vicepresidente desde 2010, cuando ascendió a la presidencia de Cepyme.En Fragua es consejero Darío Bengoechea Jarque. A su vez, este era socio de Terciado en otra firma llamada International Business and Market Development. El acto no solo lo organizó un socio del presidente de Cecale, sino que unos meses antes del acto, Fragua pagó 5.672 euros a una empresa de Terciado llamada Tecrucyl. Terciado creó esa firma en 2008 y le servía para cobrar su sueldo.
Terciado asegura que facturó a su socio por dos trabajos sobre “el sector agropecuario en Perú y Brasil” porque pretendían ayudar a las empresas a internacionalizarse. No enseña los estudios. La firma que tenía con Bengoechea ya está liquidada.
La patronal manejaba al año unos seis millones, de los que solo el 10% procedía de cuotas de sus afiliados, el resto viene de subvenciones y cursos de formación, principalmente.
No es la única vez que Terciado cobró de empresas a las que Cecale regaba con contratos. El grupo Tecopy es una gran consultora de Valladolid. La preside José Ramón Jiménez Iglesias, que estuvo en la junta directiva de Cecale entre 2003 y 2007, donde coincidió con Terciado. Entre 2007 y 2011, Cecale dio a Tecopy contratos por valor de 457.814 euros y 1,176 millones más a empresas del mismo grupo, según una auditoría de KPMG de marzo pasado. Tecopy realizaba observatorios sobre el sector industrial.
Terciado facturó a Tecopy 91.890 euros en 2008, 45.000 en 2009 y 41.550 en 2010. Lo hizo también a través de Tecrucyl. En su primer año, Tecrucyl ingresó 135.051 euros, el 68% de los cuales procedía de Tecopy. Terciado tampoco detalla qué trabajos hizo en esos años en los que era presidente de la patronal. “Hago temas de topografía, de valoración de fincas y les he ayudado en estos temas”, señala sin aportar detalles. Sostiene que jamás medió a favor de Tecopy.
En 2010, Terciado asciende aún más. Este hijo de un senador por Ávila del mismo nombre y presidente de la diputación se ha labrado una carrera en la patronal. Sale elegido presidente de la Cepyme y de la mano de Gerardo Díaz Ferrán ocupa una vicepresidencia en la CEOE. Ha sido junto a Arturo Fernández —ya dimitido— uno de los valedores de Juan Rosell al frente de la patronal.
Año y medio después de llegar a Cepyme, Terciado abandona la patronal de Castilla y León. Lo hace acuciado por el escándalo. La patronal salmantina está enfrentada con él y le ha presentado una denuncia por apropiación indebida por el uso de su tarjeta de crédito como presidente. La denuncia detalla que entre enero de 2009 y abril de 2012 Terciado gastó 29.920 euros con su visa de la patronal y que de esos hubo 2.788 euros gastados en su propia gasolinera y 4.616 euros en fines de semana. Una auditoría de KPMG descubrió un pago de 700 euros que no pudo identificar. El extracto solo ponía “SanatorioVirgenDel,Madrid”.
También le acusaron de haber cobrado dietas abusivas. Aportaron que solo en mayo de 2010 había percibido dietas de 3.240 euros brutos por 18 reuniones (casi una por día laborable) a 180 euros cada una. Según la denuncia, en 2007 cobró 11.520 euros en dietas, cifra que bajó a 1.980 al año siguiente. Percibía dietas por reunirse con su vicepresidente o con el comité de comunicación de la patronal.
La juez archivó el caso solo seis días después de esa declaración. Consideró que no existía reglamentación sobre el uso de la tarjeta y “no se ha acreditado que se haya hecho un uso de la tarjeta totalmente al margen de los gastos derivados de su cargo”. Sobre las dietas, consideró que no había “fijado ningún límite máximo de asistencia a reuniones con derecho a dieta”. Señaló que la disputa debía resolverse en el interior de la organización.En octubre de 2011, Terciado declaró en el juzgado que había “utilizado la tarjeta siempre que ha tenido algún acto relacionado con las actividades de presidente de la organización”. Sobre las dietas, defendió que él “no pasaba dietas, que se las pagaba la organización cuando entendía que se las tenía que pagar”.
Durante la declaración en el juzgado, Terciado hizo una afirmación relevante. Declaró “que no cobra de ninguna de estas organización, que ha cobrado dietas de Cecale y de Cepyme cobra gastos”. Sin embargo, cuando Terciado llegó a Cepyme, comenzó a facturar a la patronal a través de Tecrucyl. Ese año cargó 103.000 euros; 129.000 el siguiente y 82.167 en 2012. También facturó a Cepyme otra de sus empresas, Ingasert
Ahora admite que fue una forma de cobrar de la patronal. “Estoy cobrando sueldo desde 2012, antes lo hacía desde la facturación de mis empresas para compensar los gastos de vivir en Madrid y por la dedicación al cargo”. Por este sistema, Terciado está imputado en un juzgado de Madrid, de nuevo tras una denuncia de la patronal salmantina a los que él acusa de buscarle la ruina por enemistad personal, y expedientado por la CEOE. La patronal ha suspendido la investigación mientras esté en el juzgado.
Su sucesor en Cecale, Santiago Aparicio, encargó una auditoría a KPMG sobre las cuentas. Ese documento destaca lo que considera compra de muebles “con un coste elevado”. Entre ellos están un cortinón de seda para el despacho del presidente de 5.876 euros y una mesa de cristal para Terciado de 4.077 euros.
Terciado sostiene que él no se dedicó a seleccionar el mobiliario, aunque cuando los auditores preguntaron a una empleada de Cecale, esta les respondió que “todo el proceso de selección fue llevado a cano por Héctor García [entonces secretario] y el presidente Jesús Terciado”. “Yo no compré esas cortinas”, responde Terciado, aunque admite que si hace falta pedirá “disculpas” por el coste excesivo.
En otros gastos abultados, Terciado no quiere dar explicaciones. Hay por ejemplo 6.920 euros de un vuelo en business a Buenos Aires para estar dos días en los que firmó un “protocolo de colaboración” con la Asociación Castellano-Leonesa de Empresarios Argentinos. Dice que él no contrataba los viajes y que duda que costara eso.
Preguntado sobre los 4.557 euros que gastó en taxis en marzo de 2012, responde que ese taxi lo usaba más gente en Cecale y que habían despedido al chófer que había anteriormente. En la factura, escrita a mano, el taxista anota: “Servicios de conducción realizados al presidente de Cecale”.
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