EFE).- El Papa Francisco dijo hoy que los actos de los yihadistas del Estado Islámico (EI) son un “terrorismo de dimensiones antes inimaginables” y pidió una “adecuada actuación” de la comunidad internacional.
“Asistimos a un fenómeno de terrorismo de dimensiones antes inimaginables (…) Parece que se ha perdido la conciencia del valor de la vida humana, que las personas no tienen valor y que pueden ser sacrificadas por otros intereses. Y todo esto, lamentablemente, ante la indiferencia de muchos”, criticó.
El pontífice abrió con esta declaración el consistorio en el que abordará hoy con cardenales y patriarcas la situación en Oriente Medio y el papel que puede desempeñar la Iglesia católica para promover la paz.
Según informó la Santa Sede en un comunicado, para Bergoglio las consecuencias de ese terrorismo del EI en Irak y Siria es que los cristianos son perseguidos “brutalmente” y “ante la indiferencia de muchos”.
Ante esta situación, “muy preocupante”, el papa pidió una “respuesta adecuada” de la Comunidad Internacional.
“Estoy seguro de que, con la ayuda del Señor, del encuentro de hoy emanarán válidas reflexiones y sugerencias para ayudar a nuestros hermanos que sufren y para acudir al drama de la reducción de la presencia cristiana en la tierra donde nació y se difundió el Cristianismo”, dijo.
Por último, el pontífice recordó que la Iglesia está unida en “el deseo de paz y de estabilidad en Medio Oriente” y en “la voluntad de favorecer a la resolución de conflictos mediante el diálogo, la reconciliación y el compromiso político”.
En el consistorio de hoy, el secretario de Estado vaticano Pietro Parolín informará a los participantes de las conclusiones a las que se llegó durante el encuentro del obispo de Roma con los nuncios en la zona del pasado 2 de octubre.
El Papa argentino ha dado múltiples muestras de preocupación sobre la situación que atraviesa esta región oriental del Mediterráneo, donde los yihadistas del EI avanzan con el fin de establecer un “califato” a ambos lados de la frontera siria e iraquí bajo las órdenes del líder terrorista, Abu Bakr al-Baghdadi.
Ante su avance, que en la actualidad está siendo enfrentado por una coalición militar internacional, los yihadistas obligan a los habitantes de las ciudades que toman a convertirse al islam.
Esta situación ha hecho que numerosas personas hayan emprendido un éxodo con el fin de huir de la violencia.
Para conocer la situación de estas personas, el pontífice envió hace unos meses al prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Fernando Filoni