(Miami, 20 de octubre. EFE).- Una mujer residente en Florida ha lanzado una campaña en internet de recogida de firmas para que la cadena estadounidense de tiendas de juguetes Toys ‘R Us detenga la venta, en tiendas y en línea, de la colección de muñecos de la premiada serie de televisión “Breaking Bad”.
Susan Schrivjer, residente en Fort Myers (costa oeste de Florida), creó el sitio de internet change.org con el objetivo de que la citada empresa “pare inmediatamente de vender los muñecos Breaking Bad”, porque, en su opinión, son una “desviación peligrosa de los valores de familia”.
Más de 2.500 personas han firmado ya la petición del sitio de internet donde se pide a Toys ‘R Us que retire las figuras de “Walter White” y “Jesse Pinkman” del mercado.
A un precio de 13,99 dólares, los amantes de esta exitosa serie pueden adquirir en línea la réplica del protagonista, el cerebral y soberbio Walter White (Bryan Cranson), quien decide cocinar metanfetamina para cubrir las necesidades económicas familiares que su sueldo como profesor de Química jamás podría asumir.
El muñeco de White, con sombrero, viene acompañado en la caja plástica transparente de varios accesorios como una mochila para llevar dinero y una diminuta bolsa con “cristal” de metanfetamina.
También se ofrece como juguete uno de los personajes complementarios de White, el manipulable Jesse Pinkman (Aaron Paul), vestido de mono blanco, en una caja que incluye una mascara antigás.
Pero Schrivjer sostiene que la “violencia del contenido” de “Breaking Bad”, ganadora de cinco premios Emmy este año, y la “celebración del tráfico de drogas” hacen “muy poco apropiada esta colección junto a muñecas Barbie y juguetes de Disney”, en las estanterías de los comercios.
Entre las personas que han firmado esta petición, hay todo tipo de comentarios contrarios a la venta de estos muñecos. “Es enfermizo que una compañía diseñe juguetes para niños que glorifican la metanfetamina. Se suponía que teníamos que enseñar a los niños a no drogarse”, escribe una persona.
Otro firmante, exfuncionario de prisiones, advierte que las “drogas no son algo con lo que jugar. He trabajado en el sistema de prisiones durante 30 años y he visto lo que las drogas hacen al cuerpo y la mente de las personas”, dice.
“Aunque me gusta la serie, sin embargo, no creo que sea algo con lo que mis hijos deban jugar y disfrutar”, indica otra persona que respalda la iniciativa de Schrivjer.