FCC ha aplazado a un próximo consejo extraordinario la aprobación de su ampliación de capital, después de que finalmente no se pudiera ratificar en la reunión ordinaria celebrada ayer al no lograr cerrar su accionista de control, Esther Koplowitz, el acuerdo de refinanciación de su deuda personal.
La compañía ha señalado que en los próximos días convocará de nuevo al órgano de gobierno en “sesión extraordinaria para aprobar, eventualmente, la convocatoria de junta general extraordinaria a la que se sometería la futura ampliación de capital de FCC, dirigida a reforzar la estructura de capital propio, reducir el endeudamiento y aumentar el resultado del grupo”, según la comunicación remitida por la empresa constructora a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El pacto de la empresaria y los bancos está “muy próximo”, en la “recta final”, pendiente apenas de unos detalles, según fuentes que cita Europa Press, si bien no hubo ocasión de ratificarlo para que el consejo del grupo diera ayer luz verde a su anunciada ampliación de capital.
La intención del grupo constructor y de servicios es convocar un consejo extraordinario en cuanto su accionista de control firme el acuerdo. La refinanciación de Koplowitz, que posee el 50,01% del capital, y la ampliación de capital de FCC están estrechamente ligadas, dado que la empresaria prevé atender a su deuda con la venta de derechos de suscripción preferentes de la ampliación.Por su parte, la compañía necesita llevar a cabo la ampliación para no tener que pagar un 11% por los 1.350 millones del tramo de la refinanciación a partir del 1 de enero de 2015.
La principal accionista del grupo busca refinanciar la deuda, por importe de unos 1.000 millones de euros, que tiene asociada a su participación en la compañía, una inversión que canaliza a través de su sociedad instrumental B-1998. En la actualidad, Koplowitz ostenta el 90% de esta sociedad que, a su vez, es titular del 50,1% del accionariado de FCC.
De su lado, FCC prevé lanzar una ampliación de capital para amortizar uno de los dos tramos en que el grupo reestructuró su deuda el pasado mes de marzo y así "reducir su endeudamiento, reformar su estructura de capital y aumentar el resultado", según indicó al supervisor bursátil.
El tramo a amortizar es de unos 1.300 millones de euros de deuda (el 20% del pasivo total de la empresa), que devenga altos intereses y que da derecho a los bancos acreedores a convertirlo en acciones si en el horizonte de 2018 la compañía no pudiera refinanciarlo o pagarlo. El grupo de construcción y servicios fichó recientemente a Banco Santander,JP Morgan y Morgan Stanley para que actúen como coordinadores globales de esta operación de ampliación de capital.EL PAIS