OMS recomienda que no se utilicen los cigarrillos electrónicos
El cigarrillo electrónico no es recomendable, «sobre todo porque sus efectos para la salud no están aún bien establecidos». Así lo afirma José Luis Díaz-Maroto, médico de Familia del Centro de Salud Guadalajara-Periférico (Guadalajara) y coordinador nacional del Grupo de Trabajo de Tabaquismo de Sociedad Española de médicos de Atención Primaria(SEMERGEN), quien recuerda que «tampoco se puede utilizar como ayuda para dejar de fumar».
Y es que, a pesar de que todavía no se ha podido concretar sus efectos en la salud, las investigaciones señalan que los productos varían mucho en la cantidad de nicotina y otras sustancias químicas que suministran. Y, por lo tanto, no hay manera de que los consumidores sepan cómo realmente les afecta lo que están inhalando.
Es la propia OMS la que recomienda que no se utilicen los cigarrillos electrónicos, «dado que todavía no se conoce exactamente su composición ni tampoco el contenido de las sustancias presentes en el vapor de los cigarrillos», apunta Díaz-Maroto, que subraya la idea de que «una gran mayoría de estos cigarrillos contienen nicotina, y esta es la sustancia que provoca una marcada dependencia».
No recomendable
Lo que también resulta ya probado, en opinión del coordinador del Grupo de Tabaquismo, es que «el cigarrillo electrónico no es recomendable como recurso para abandonar el hábito tabáquico». Según argumenta Díaz-Maroto, «mientras que el cigarrillo electrónico no se considere un medicamento y, para ello deberá aportar todos los estudios científicos necesarios que cumplan con los requisitos marcados por la Ley, nosotros como médicos no lo recomendaremos como método para dejar de fumar».
Sin embargo, a pesar de todas las cautelas, el uso del cigarrillo electrónico se ha extendido rápidamente por todo el mundo. A falta de datos concluyentes específicos de España, los datos disponibles (principalmente de América del Norte, la Unión Europea y la República de Corea) indican que de 2008 a 2012 el uso de cigarrillos electrónicos se ha duplicado. En 2012, el 7% de europeos de 15 o más años de edad los habían probado; ya en 2013, el 47% de fumadores y exfumadores de EE.UU. los habían utilizado.
Pero, para el coordinador del Grupo de Tabaquismo de SEMERGEN, «el único método aconsejable para dejar de fumar es el que ha probado sobradamente su eficacia y se basa en datos científicos sólidos». Actualmente, explica, «el mejor tratamiento para dejar de fumar es aquel que combina el tratamiento farmacológico y el tratamiento psicológico». En estos momentos, los medicamentos de primera elección son la terapia sustitutiva con nicotina, el bupropión y la vareniclina.
Situación actual en España
En la actual Ley Antitabaco se prohiben los cigarrillos electrónicos en centros de administraciones públicas y entidades de derecho público, y en los centros, servicios y establecimientos sanitarios, así como en los espacios al aire libre o cubiertos comprendidos en sus recintos. En el caso de los centros docentes o formativos, se prohibe en los espacios al aire libre, «salvo en los de centros universitarios y de los exclusivamente dedicados a la formación de adultos, siempre que no sean accesos inmediatos a los edificios y aceras circundantes». También están vetados estos cigarrillos al aire libre en parques infantiles o zonas de juego para la infancia, siempre que estén acotados y contengan «equipamiento o acondicionamiento destinados específicamente para el juego y esparcimiento de menores».
En lo que respecta al transporte, su uso está restringido en cualquier tipo de vehículos de transporte público urbano e interurbano, así como en transporte marítimo, ferroviario o aéreo.ABC