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viernes, 10 de octubre de 2014

«Si rechazan mi enfermedad, me rechazan a mí»

El estigma es la principal barrera para la integración de las personas con trastorno mental. Por eso las personas con trastorno mental, familiares y expertos en sensibilización reclaman iniciativas concretas para fomentar la integración social de este colectivo. Uno de ellos es Félix. Félix vive desde los 20 años con un trastorno obsesivo compulsivo y, cuando rechazan «mi enfermedad», dice «me rechazan a mi; porque ella viene conmigo».
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, la Federación de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEAFES), denuncia que «ser una persona con enfermedad mental no es algo de lo que avergonzarse, ni nos convierte en menos que nadie».
A pesar de ello, todavía hoy día los prejuicios, el desconocimiento y las distintas formas de discriminación siguen siendo la principal barrera para la integración de las personas con trastorno mental, que ven en este estigma un obstáculo más en su recuperación.
Pulse para ver el videoEl lema de la campaña de este año «Abriendo mentes. Cerrando Estigmas», es un demostración de que hasta qué punto el desconocimiento y los prejuicios siguen dificultando el día a día de este colectivo.
En este sentido, en el Manifiesto del Día Mundial de la Salud Mental se reclama a la sociedad a mantener una mirada diferente frente a los problemas de salud mental, que se aleje del «rechazo y del desprecio», al tiempo que se anima a las personas con trastorno mental a contar su propia experiencia como la mejor forma de combatir estos prejuicios. «Ser una persona con enfermedad mental no es algo de lo que avergonzarse, ni nos convierte en menos que nadie», argumenta el manifiesto.

Ausencia de enfermedad

La salud mental es un componente integral y esencial de la salud. La Constitución de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice: «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.» Una importante consecuencia de esta definición es que considera la salud mental como algo más que la ausencia de trastornos o discapacidades mentales.
La salud mental es un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad. En este sentido positivo, la salud mental es el fundamento del bienestar individual y del funcionamiento eficaz de la comunidad.

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