Leí esta novela por encargo de una profesora, era extraño para muchos que en una clase universitaria de Lengua I nos pidieran leer una novela. Cosa que no compartí, me emocione, sin embargo, comencé a creer que sería una historia para descubrir alguno que otro error que lo “cargaría a redacción” (como decía mi profesora).
No había escuchado nunca hablar del autor, pero dijeron que era México/peruano (lo cual me extrañó, pero quizás la definición de Mario Bellatin como el encargado de escribir una pagina nueva en la literatura latinoamericana era demasiado resaltante para ir de inmediato a buscarlo.
El libro que nos pidieron leer fue Salón de Belleza (1994), dijeron que era cortísimo, una historia interesante que nos demostraría la forma del desenvolvimiento la descripción y otros detalles, no dude y fui a buscarla, en una librería de las tantas de Quilca, tras ello la guardé y la llevé a la universidad para luego en el viaje de regreso de más de una hora a casa pudiera avanzar algo de la misma.
La imagen que recuerdo de esta primera vez que leí la novela fue un viaje al escenario donde ocurrieron los hechos, la imagen de aquel personaje a quien imaginé con pantalones ajustados, cabeza media rapada y pícara sonrisa mientras apreciaba cómo unos seres multicolores atravesaban los rincones de su lugar de trabajo, las escenas aparecían y desaparecían, por un momento comenzaba a ingresar al lado humano de él, los peces y su mirada fija. Fue esto, lo que narraba, el escenario, su atención a unos hombres en camas gastadas de muerte y el punto final para percatarme que estaba a solo una calle de llegar al paradero donde estaba mi casa, era la mejor novela hasta ese momento que pude haber leído de un solo tirón.
Al ingresar a Salón de Belleza estamos ante una historia personal, un muchacho de nombre desconocido comienza a narrar su vida dentro de lo que sería su propio universo, donde los peces Gruppys o las Carpas así como Monjitas, parecen ser el objeto de deseo del protagonista, su modo de alabar el avance de la vida, pero se ve interrumpido de repente con la aparición de algo cotidiano, la presencia de personas que se encuentran agonizando en ese mismo escenario.
El protagonista ve su espacio como el lugar idóneo para recibir a aquellas personas que son rechazadas por la sociedad, a quienes ven sobre el hombro y juzgan como si fuesen personajes innecesarios en la tierra. Debo aceptar que mientras leía esta historia y luego de una relectura hace unos años, me sentí como el protagonista, que intenta ayudar, hacer un acto de bien pero que a la vez es rechazado y visto como la negativa de una parte de la sociedad, como aquellos que buscamos hacer un bien y no somos vistos con buenos ojos ante algunos.
Asombra cómo Bellatin busca que detallar que estamos en el espacio donde sencillamente la espera de la muerte es necesaria, pues en algunas escenas leemos el intento de apoyo por parte de instituciones con medicinas, pero que el protagonista rechaza pues el espacio no es hospital, sino un sencillo lugar donde las personas van a morir. Salón de Belleza guarda entre sus páginas una especie de honor a la vida, donde un hombre busca qué vivir de ayuda a sus moribundos y sus recuerdos para convertir aquellas experiencias en la vida que tanto quiso y ahora pierde por cada minuto que pasa mientras la enfermedad comienza a aquejarlo.
Bellatín demuestra con esta historia que en todos lados hay alguien que avanza y congenia con los mismos para sobrevivir a una sociedad que está fuera y juzga. Salón de Bellezademuestra que la vida ya está hecha con lo que se logra, pero a partir de aquí en adelante son otros los factores, pues al verse el protagonista listo para continuar su muerte solo espera pacientemente la soledad para enfrentarse a ella y saldar una deuda que vino pagando con la ayuda y su caridad hacia los moribundos.RPP