( AVN).- Con una gala cultural en el Teatro Nacional de Cuba, concluye el homenaje que presidentes y jefes de Estado de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) rindieron este domingo al comandante Fidel Castro y al líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, a propósito de los 20 años del primer encuentro entre ambos mandatarios.
La sala Avellaneda del mencionado centro cultural fue el escenario para una majestuosa gala que comprendió la interpretación, por parte del Ballet Nacional de Cuba, de la reconocida obra El lago de los cisnes, de Piotr Ilick Tchaikovsky.
La interpretación de ‘El regreso del Amigo’, de Raúl Torres fue otro de los elementos que formaron parte del sentido homenaje que estuvo acompañado, además, de la proyección de imágenes en las que se reflejaron diversos encuentros entre Chávez y Fidel.
En el homenaje, también participó el pianista Rodrigo García, quien deleitó a todos los presentes con la interpretación de piezas como Epílogo de Aldo López Gavilán.
Asimismo, se presentó Steel Band Habana, agrupación que, al ritmo del calypso, interpretó diversos temas tropicales característicos de la isla antillana, como Guyana.
Chávez y Castro se reunieron por primera vez el 13 de diciembre de 1994 en La Habana, Cuba. La llegada del líder del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR200) a la capital cubana atendió a una invitación que le hiciera el historiador de la ciudad, Eusebio Leal.
Aquella primera visita a Cuba, el primer encuentro con Fidel, auguró el comienzo de un siglo XXI de esperanza y de reivindicación del sueño bolivariano y latinoamericano. “El Alba comenzó con ese abrazo”, dijo Chávez el 15 de diciembre de 2009 en su discurso de clausura de la VIII Cumbre del Alba donde recordó, tal y como recordaba cada año, aquel fraternal abrazo que recibió de Fidel cuando era un soldado que cargaba sobre sus hombros el desafío de ir en contra de los poderes y componendas de la derecha internacional.
Aquel abrazo histórico se transformó en la esperanza de los pueblos de nuestra América y también de los pueblos del mundo, que ven hoy en la Revolución Bolivariana y en la cubana, en el Legado de Hugo Chávez y en el ejemplo de dignidad de Fidel Castro, una luz de guía para luchar por un mundo con justicia social, inclusión y solidaridad.
Cuatro años después de ese encuentro, el 6 de diciembre de 1998, Hugo Chávez Frías ganó la Presidencia de la República de Venezuela. Desde ese día Venezuela y Cuba empezaron a transitar un camino de fraternidad entre ambos pueblos que se ha fortalecido en dos décadas de solidaridad, cooperación y respeto, y que hoy se evidencia en diversos mecanismos de integración como el Alba.
La amistad de estos dos hombres visionarios, humanistas y solidarios, sus batallas y sus luchas, sus ideas son un legado excepcional para nuestros pueblos y para el futuro.