La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) anunció este lunes que está tomando medidas urgentes para contener la propagación de un grave brote de diarrea acuosa entre los refugiados burundeses recién llegados a Tanzania. Desde el miércoles ya han muerto siete personas.
"La prioridad del ACNUR es trabajar con el Ministerio de Salud y los socios internacionales para prepararse para lo peor y montar rápidamente un centro de tratamiento del cólera en Kagunga", dijo en un comunicado de prensa Joyce Mends-Cole, representante del ACNUR en Tanzania.
Dos especímenes han sido preliminarmente diagnosticados como cólera, pero el laboratorio de referencia todavía no ha emitido una confirmación oficial.
Kagunga es una pequeña aldea rodeada de una cordillera montañosa en el lado tanzano así que es más accesible por barco. Desde que empezaron a llegar las olas de burundeses a principios de mayo, el ACNUR los ha trasladado en barco a Kigoma y de allí a un campamento de refugiados en Nyarugusu.
Mends-Cole, la representante del ACNUR en Tanzania, aseguró en una entrevista con Radio ONU que se están tomando todas las medidas posibles para controlar la situación pero que necesitan más fondos. Como ejemplo, mencionó el costo de los traslados en barco.
"Es una operación muy costosa. Tenemos dos barcos, uno que puede transportar a 600 personas por viaje y hace dos al día, y el otro sólo a 300 en un viaje al día. Cada uno cuesta US$10.500 por viaje", dijo.